El presidente Joe Biden ha tomado su acción más dura hasta ahora para frenar la crisis migratoria de EE. UU. al detener temporalmente a los migrantes que buscan asilo cuando aumentan las cruces fronterizas, en un movimiento que Donald Trump dice que no será suficiente para evitar que Estados Unidos sea "invadido".
El presidente Joe Biden ha emitido una orden ejecutiva para frenar el flujo de personas que cruzan ilegalmente a Estados Unidos desde América del Sur y América Central, con la esperanza de mitigar una de sus mayores debilidades políticas.
Bajo la orden ejecutiva de Biden, las solicitudes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México se detendrán automáticamente una vez que el número promedio de encuentros diarios alcance los 2500 para todos los puertos de entrada.
Esto significa que la frontera se cerrará efectivamente y solo se abrirá una vez que el promedio diario disminuya a 1500, aunque dos semanas después de que baje a ese número.
La medida contrasta con el plan de Trump para abordar la crisis fronteriza llevando a cabo lo que él afirma será "la mayor operación de deportación nacional en la historia estadounidense". Bajo este plan, las autoridades encargarían eliminar a un estimado de 10,5 millones de personas indocumentadas, dos tercios de las cuales han vivido en EE. UU. durante más de una década.
"No hacer nada no es una opción", dijo el presidente, criticando a Trump y a los republicanos por bloquear un proyecto de ley que podría haber resuelto el problema meses atrás.
"Tenemos que actuar". La orden ejecutiva es la acción más dura que Biden ha tomado hasta ahora para controlar el número de entradas ilegales a Estados Unidos y entrará en vigencia a medianoche porque las cruces diarias totales ya superan el umbral.
Esto significa que los oficiales estadounidenses podrán devolver a los migrantes a través de la frontera a México y otros países de origen.
Sin embargo, aún no está claro cuántos migrantes no mexicanos Sheinbaum se vería obligada a aceptar bajo el nuevo régimen, o qué tan rápido serían deportados los migrantes de países lejanos, dado que muchas personas que cruzan la frontera ahora provienen de China, África y Medio Oriente.