En un comunicado oficial emitido por la oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se anunció el aumento en el flujo de ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza.

Esta medida se produjo pocas horas después de que el presidente Biden señalara que el apoyo futuro de Estados Unidos a la lucha contra Hamás dependía de que Israel tomara más medidas para proteger a civiles y trabajadores humanitarios.

Netanyahu anunció planes para reabrir un importante cruce fronterizo en el norte de Gaza, aunque no se especificaron las cantidades ni los tipos de artículos que se permitirían ingresar.

Además, Israel se comprometió a abrir el puerto de Ashdod y el cruce de Erez, y permitir entregas desde Jordania hacia Gaza.

La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, expresó su satisfacción por las medidas anunciadas por el gobierno israelí, las cuales fueron solicitadas por el presidente tras su llamada con el Primer Ministro Netanyahu.

Biden había advertido previamente a Netanyahu que el apoyo de Estados Unidos a la eliminación de Hamás dependía de que Israel pudiera llevar más ayuda a la población hambrienta de Gaza y limitar la muerte de civiles inocentes.

En su primera llamada telefónica con Netanyahu desde la muerte de siete trabajadores humanitarios en un ataque israelí el lunes, Biden dejó claro que lo sucedido era "inaceptable" y que esperaba que Israel implementara "medidas concretas" para minimizar el daño a civiles.

De lo contrario, advirtió Biden, Estados Unidos reevaluaría su política respecto a la guerra, centrada en gran medida en el suministro de armas a Israel en su lucha contra la organización terrorista Hamás.