En un desarrollo significativo para la inestable situación en Oriente Medio, Israel y los militantes de Hezbolá, basados en Líbano, han acordado un cese al fuego que entró en vigor el miércoles, tras casi 14 meses de enfrentamientos.

Esta tregua representa un rayo de esperanza en una región marcada por la violencia contínua.

En las primeras horas del acuerdo, se escucharon disparos de celebración en partes de los suburbios del sur de Beirut, que han sufrido intensos bombardeos en las últimas semanas.

Sin embargo, hasta el momento, no se han reportado violaciones inmediatas de la tregua.

El objetivo del cese al fuego es poner fin a un conflicto que ha dejado un saldo devastador, con miles de muertos desde que se intensificó el año pasado, en el marco de la guerra de Gaza.

La tregua se establece por un período inicial de dos meses y requiere que Hezbolá termine su presencia armada en el sur de Líbano, mientras que las tropas israelíes deberán regresar a su lado de la frontera.

Además, se prevé el despliegue de miles de tropas libanesas y fuerzas de paz de la ONU en la región.

Un comité internacional, liderado por Estados Unidos, supervisará el cumplimiento del acuerdo.

Hezbolá ha acordado finalizar su presencia armada a lo largo de la frontera, específicamente al sur del río Litani.

Este pacto se produce un día después de que Israel lanzara una ola de ataques aéreos considerados los más intensos desde el comienzo de este conflicto, que ha alcanzado niveles de guerra abierta.

Según las autoridades locales, al menos 42 personas perdieron la vida en esos bombardeos en todo el país.

Aprobada parte clave del plan de Netanyahu para reformar el sistema judicial de Israel

Los legisladores israelíes aprobaron el lunes una parte clave del plan del primer ministro Benjamin Netanyahu para remodelar el sistema judicial del país, a pesar de las masivas protestas que han expuesto grietas sin precedentes en la sociedad israelí.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló que tanto Israel como Hezbolá han aceptado el acuerdo mediado por su país y Francia, y lo describió como un paso hacia el fin de hostilidades permanentes en la región.

En una declaración desde la Casa Blanca, Biden enfatizó que se espera que este cese al fuego sea duradero y que ayude a restaurar la paz en un área duramente afectada por años de conflicto armado.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que responderá con firmeza a cualquier violación del acuerdo por parte de Hezbolá, afirmando que Israel mantendrá su "completa libertad de acción militar". Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Abdallah Bou Habib, ha indicado que el ejército libanés estará preparado para desplegar al menos 5,000 tropas en el sur de Líbano en el momento en que las fuerzas israelíes se retiren.

Además, Bou Habib sugirió que Estados Unidos podría jugar un papel crucial en la reconstrucción de la infraestructura devastada por los ataques aéreos israelíes.

Este cese al fuego se presenta en un contexto histórico complicado para la región, donde las tensiones entre Israel y Líbano han sido la norma durante décadas.

Desde la guerra israelí-libanesa de 2006, los enfrentamientos han sido esporádicos, pero la escalada reciente ha llevado a preguntas urgentes sobre la estabilidad y el futuro de la zona.

La comunidad internacional permanece expectante, con la esperanza de que este acuerdo pueda convertirse en una oportunidad real para una paz duradera en un área históricamente conflictiva.