Las reacciones en Irán y la diáspora ante la noticia de la trágica muerte del presidente y el ministro de exteriores en un accidente de helicóptero han sido muy diversas, generando polémica y celebración en algunos sectores.

En Irán, la noticia de la muerte del presidente Ebrahim Raisi y del ministro de exteriores Hossein Amir-Abdollahian en un accidente de helicóptero ha generado diferentes reacciones en la comunidad disidente del país.

Mientras el estado de Irán informaba sobre el 'aterrizaje forzoso' del presidente y el ministro en una remota parte del noroeste de Irán, la incredulidad se apoderó de muchos.

Cuando finalmente se confirmó que Raisi, Amir-Abdollahian y otros altos funcionarios del régimen habían fallecido en el accidente, la reacción en las calles de Irán y entre la diáspora iraní fue mayormente de júbilo.

Este evento ha sido visto como una oportunidad para la justicia por parte de las víctimas de Raisi, quienes hubieran preferido verlo comparecer ante un tribunal internacional por sus crímenes.

A pesar de esto, los gobiernos occidentales y organizaciones internacionales, como la OTAN, la Unión Europea y las Naciones Unidas, expresaron sus condolencias por las víctimas del accidente.

Incluso el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una declaración de condolencias, a pesar de que Raisi estaba sancionado por abusos a los derechos humanos en el momento de su muerte, y de que uno de los lemas más conocidos del gobierno que encabezaba era 'Muerte a América'.

En las calles de Irán, la celebración se hacía presente con bailes, repartiendo dulces, lanzando fuegos artificiales y compartiendo memes relacionados con helicópteros.

La efervescencia revolucionaria de las protestas de 'Mujer, Vida, Libertad', que estallaron en septiembre de 2022 tras la muerte de Mahsa Jina Amini a manos de la policía de moralidad, continúa latente.

Sin embargo, el régimen ha comenzado a amenazar e incluso arrestar a los usuarios de redes sociales iraníes que celebran la muerte del presidente.

En un tono sordo a la opinión prevaleciente dentro de Irán y la diáspora de que Raisi era un tirano con una cantidad desproporcionada de sangre en sus manos, una serie de gobiernos occidentales y organizaciones internacionales expresaron sus condolencias por los fallecidos en el accidente.

El embajador australiano en Irán, Ian McConville, también envió sus condolencias en nombre del gobierno australiano.

La muerte de Raisi y Amir-Abdollahian ha dejado un vacío en la política iraní y ha desatado una polémica que continuará resonando en el país y en la comunidad internacional.