El fallecimiento repentino del presidente iraní Ebrahim Raisi y su ministro de asuntos exteriores, Hossein Amirabdollahian, ha generado dudas sobre el futuro de las relaciones internacionales de Irán.
En su tiempo en el poder, el presidente iraní Ebrahim Raisi y su ministro de asuntos exteriores, Hossein Amirabdollahian, impulsaron la denominada "Axis of Resistance" contra Estados Unidos e Israel.
Financiaron a Hamas y Hezbollah, armaron a los hutíes y lanzaron ataques directos contra Israel.
Además, convirtieron a Irán en un estado nuclear "en umbral", capaz de producir combustible para varias bombas en poco tiempo.
A pesar de su enfoque agresivo, ambos líderes mostraron cierta cautela al aprobar conversaciones con Estados Unidos para evitar una escalada de conflictos en Gaza.
Sin embargo, la muerte de ambos en un accidente de helicóptero plantea incertidumbre sobre si sus sucesores seguirán una línea similar.
El futuro de las relaciones entre Washington y Teherán es incierto, especialmente en el contexto de las luchas de poder internas en Irán y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Aunque se desconoce quién será el sucesor de Raisi, se espera que mantenga una postura dura frente a Occidente.
Los funcionarios estadounidenses admiten que la estrategia de confrontación controlada de Irán podría seguir vigente, ya que el país ha fortalecido su vínculo con Rusia como proveedor de drones y misiles.
Sin embargo, la capacidad de Irán para realizar ataques efectivos sigue en duda, después de que gran parte de sus drones y misiles fueran interceptados por las defensas aéreas.
La muerte de Raisi y Amirabdollahian plantea interrogantes sobre el futuro de Oriente Medio y las relaciones internacionales de Irán, cuyas consecuencias podrían repercutir en la estabilidad mundial.