En Lahaina, Hawái, la imagen emergente días después de los devastadores y aún humeantes incendios en la isla de Maui es la de un páramo de suburbios arrasados, cadáveres calcinados y monumentos, una creciente cifra de muertos y escalofriantes relatos de escapes milagrosos.

Un sobrevuelo por la histórica Lahaina el jueves mostró vecindarios enteros que habían sido una vibrante visión de color y vida isleña reducidos a cenizas grises.

Manzana tras manzana ha quedado reducida a escombros y cimientos ennegrecidos, incluyendo a lo largo de la famosa Front Street, donde los turistas compraban y cenaban hace apenas unos días.

Los barcos en el puerto están chamuscados, y el humo todavía se cierne sobre la ciudad, que data del siglo XVIII y es la comunidad más grande del lado oeste de la isla.

El gobernador de Hawái, Josh Green, dijo que 53 personas han muerto y que la cifra probablemente aumentará. "Lahaina, con pocas excepciones, ha sido reducida a cenizas", dijo Green.

Más de 1000 estructuras fueron destruidas por los incendios que aún seguían ardiendo, agregó.

Ya considerado el desastre natural más mortífero del estado desde que un tsunami mató a 61 personas en la Isla Grande en 1960, la cifra de muertos probablemente aumentará a medida que continúen las operaciones de búsqueda y rescate.

"Estamos desconsolados", dijo Green.

La tienda de regalos Whaler's Locker de Tiffany Kidder Winn, una de las tiendas más antiguas de la ciudad, se encuentra entre los muchos negocios destruidos.

Mientras evaluaba los daños, se encontró con una fila de vehículos quemados, algunos con cadáveres carbonizados en su interior.

El descampado de hogares y automóviles calcinados y las comunidades arrasadas por los incendios en Lahaina, Hawái.

Crédito: AP

"Parecía que estaban intentando escapar, pero quedaron atrapados en el tráfico y no pudieron abandonar Front Street", dijo.

Más tarde, vio un cuerpo apoyado contra un muro de contención.