El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, fue asesinado poco después de una visita a Irán, dejando tras de sí un panorama incierto en Oriente Medio.

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El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, fue asesinado en circunstancias que apuntan a órdenes de Israel, un acontecimiento que ha conmocionado a la región de Oriente Medio y ha intensificado las tensiones en un área ya marcada por el conflicto.

La noche anterior a su trágico desenlace, Haniyeh fue visto caminando por las calles de Teherán, visiblemente relajado y sin preocupaciones, vestía una chaqueta negra y una camisa blanca sin corbata, disfrutando de lo que serían sus últimos momentos de vida.

En un giro irónico del destino, Haniyeh concedió lo que resultó ser su última entrevista televisiva tras asistir a la ceremonia de inauguración del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, el pasado martes.

Durante la entrevista, el líder de Hamas afirmó: "La resistencia significa que tenemos orgullo de caminar por las calles de países civilizados y viajar de una nación a otra". Estas palabras resonaron con fuerza, dado el contexto actual de su movimiento y la situación en Gaza.

Haniyeh, quien había dejado Gaza en 2017, disfrutaba claramente de la libertad de poder aparecer en público y relacionarse con funcionarios de otros grupos armados como la Yihad Islámica Palestina y Hezbollah de Líbano.

Sin embargo, esas horas de aparente tranquilidad fueron efímeras; poco tiempo después de su última aparición pública, su vida se extinguió, dejando a sus partidarios iraníes humillados y a la región al borde de un conflicto a gran escala.

Históricamente, Haniyeh había enfrentado múltiples encarcelamientos en Israel por cargos relacionados con el terrorismo desde los años 80, pero esos años de sufrimiento ahora parecían parte de un pasado distante.


Desde que buscó refugio en Doha, Catar, en 2016, Haniyeh había vivido en un lujo que contrastaba enormemente con su infancia en el campamento de refugiados de Al-Shati, donde nació en 1962, tras la huida de sus padres durante la guerra árabe-israelí de 1948.

A pesar de su estilo de vida acomodado, Haniyeh no era ajeno a la violencia que acompaña a su papel dentro de Hamas.

Se dice que observó con satisfacción cómo se desarrollaron las atrocidades del 7 de octubre de 2022 desde su oficina en la opulenta Doha, mientras otros líderes de Hamas se unían a él para orar por los que participaban en los ataques.

Mientras tanto, en Teherán, trabajadores iraníes colgaron un enorme cartel en una pared, mostrando un retrato del líder de Hamas junto a la Cúpula de la Roca, con un mensaje que provocaba: "Espera por un severo castigo". Esto evidencia la carga simbólica de su figura no solo para sus seguidores, sino también para aquellos que se oponen a su ideología.

La muerte de Ismail Haniyeh marca un nuevo capítulo en las tensiones de Oriente Medio, que históricamente han involucrado a Hamas, la Autoridad Nacional Palestina y otros actores en un conflicto que parece perpetuarse en el tiempo.

Se auguran complicaciones adicionales en un contexto donde la paz a menudo parece una noción inalcanzable.