El exrepresentante estadounidense George Santos se declara culpable de fraude y robo de identidad en un caso que resultó en su expulsión del Congreso.

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Central Islip, Nueva York: El exrepresentante estadounidense George Santos ha admitido su culpabilidad por cometer fraude electrónico y robo de identidad agravado, un caso relacionado con diversos delitos que desembocaron en su expulsión del Congreso.

Santos, quien representa al Partido Republicano de Nueva York, hizo esta declaración en una corte de Long Island el pasado martes, a tan solo unas semanas del inicio previsto de su juicio, programado para principios de septiembre.

El exrepresentante llegó al palacio de justicia en Central Islip, donde se le imputaron cargos graves tras ser acusado de malversar fondos de donantes políticos, utilizar las contribuciones de su campaña para cubrir gastos personales, y haber mentido al Congreso sobre su verdadero patrimonio.

Además, se descubrió que había cobrado beneficios de desempleo a pesar de estar trabajando en ese momento.

La expulsión de Santos del Congreso se produjo después de que una investigación ética revelara pruebas abrumadoras de que había violado la ley y había abusado de su posición pública para beneficio personal.

"Lamento profundamente mi conducta y el daño que he causado, y acepto toda la responsabilidad por mis acciones", declaró Santos en la corte, visiblemente emocionado mientras leía un comunicado preparado.

Según se ha informado, Santos enfrenta una sentencia que se dictará el 7 de febrero.

Podría enfrentarse a hasta 22 años de prisión, y como parte de un acuerdo de culpabilidad con los fiscales federales, ha renunciado a su derecho a apelar cualquier sentencia menor a 95 meses, es decir, poco menos de ocho años.


Santos fue formalmente acusado en mayo de 2023 por varios delitos, incluyendo el lavado de fondos de campaña para solventar sus gastos personales, así como el cobro indebido de tarjetas de crédito de donantes sin su consentimiento y recibir beneficios de desempleo mientras estaba empleado.

Desde su arresto, Santos ha estado en libertad bajo fianza de 500,000 dólares estadounidenses (aproximadamente 463,000 euros). Cabe destacar que Santos inicialmente se declaró no culpable y estuvo en negociaciones de acuerdo con los fiscales desde diciembre pasado.

La situación de Santos no solo ha atraído la atención mediática, sino que también ha planteado cuestiones sobre la ética en la política estadounidense.

En los últimos años, varios políticos han enfrentado cargos de corrupción y abuso de poder, lo que ha llevado a un llamado generalizado por una mayor transparencia y rendición de cuentas en la política.

La historia de Santos también refleja una tendencia más amplia en la política, donde la relación entre el financiamiento de campañas y el comportamiento ético ha sido objeto de intenso escrutinio.

A medida que se acerca su sentencia, la comunidad política en Estados Unidos observa de cerca este caso que, sin duda, tendrá repercusiones más allá de la vida personal de Santos.