La ONU condena el ataque israelí que cobró la vida de seis periodistas en Gaza y reclama una investigación imparcial para esclarecer lo ocurrido.

Este incidente, ocurrido el pasado 10 de agosto, ha puesto nuevamente en evidencia los peligros extremos a los que se enfrentan los profesionales de la prensa que cubren el #conflicto en esa región.
Supuestamente, estas muertes representan un agravamiento en la ya prolongada crisis humanitaria y mediática que atraviesa #Gaza desde el inicio de las hostilidades.
Guterres ha solicitado que se lleve a cabo una investigación exhaustiva, independiente e imparcial para determinar las circunstancias exactas de estos asesinatos, que presuntamente fueron realizados mediante un ataque de precisión.
Desde que comenzó la guerra en Gaza, al menos 242 #periodistas han sido víctimas de violencia y muerte, según datos que maneja la propia ONU. La pérdida de estos profesionales no solo limita la capacidad informativa de la comunidad internacional, sino que también pone en entredicho las garantías de protección y respeto a la libertad de prensa en zonas de conflicto.
Stéphane Dujarric, portavoz de la secretaría, enfatizó que los periodistas deben ser respetados y protegidos en todo momento, y que su labor debe realizarse sin temor ni amenazas.
La Oficina de Información del Gobierno de Gaza informó que los seis periodistas asesinados en este ataque eran Anas Al Sharif y Mohamed Qraiqea, ambos de Al Jazeera; Ibrahim Zaher y Moamen Aliwa, fotoperiodistas; Mohamed Nofal, asistente de fotoperiodista, y Mohamed Al Khalidi, trabajador para el medio palestino Sahat.
El Ejército israelí admitió que los periodistas fueron víctimas de un bombardeo de precisión
Supuestamente, el Ejército israelí admitió que los periodistas fueron víctimas de un bombardeo de precisión, argumentando que Al Sharif tenía vínculos con Hamás.
Sin embargo, no ofreció pruebas concluyentes que puedan verificar dichas acusaciones, limitándose a presentar documentos cuyo origen y autenticidad no han sido claramente establecidos.
El pasado 24 de julio, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) expresó su preocupación por la seguridad de Al Sharif, denunciando que estaba siendo objeto de una campaña de desprestigio por parte de las fuerzas militares israelíes, lo que, según supuestamente, fue un paso previo a su posible asesinato.
Este trágico suceso ha generado condenas internacionales y ha reavivado el debate sobre la protección de los medios en zonas de conflicto. La comunidad internacional continúa llamando a ambas partes a respetar el trabajo de los periodistas y a garantizar su seguridad, en un contexto donde la censura y las amenazas proliferan y donde la información veraz es vital para entender la complejidad del conflicto.
Supuestamente, estas muertes podrían ser solo una muestra de la escalada en la violencia que ha caracterizado a esta guerra, que además ha tenido profundas repercusiones en la opinión pública mundial y en las relaciones diplomáticas de la región.