La situación en la Franja de Gaza se agrava con múltiples fallecimientos relacionados con la desnutrición, mientras la ayuda internacional llega de forma limitada y problemática.

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La situación, que ya ha alcanzado niveles críticos, se ha agravado desde el inicio de la ofensiva israelí tras los ataques de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023.

Supuestamente, desde que comenzó este conflicto, al menos 361 personas han fallecido en #Gaza por causas relacionadas con la desnutrición, de las cuales aproximadamente 130 eran menores de edad, según datos oficiales de las autoridades sanitarias locales.

La mayoría de estas muertes se concentran en los meses de julio y agosto, donde el 81 % del total de muertes por #desnutrición en Gaza desde octubre de 2023 se registraron en ese período.

Este repunte en las cifras de fallecimientos se relaciona presuntamente con el bloqueo total impuesto por Israel entre marzo y mayo, que impidió la entrada de ayuda humanitaria en el territorio.

En mayo, las autoridades israelíes anunciaron que permitirían el ingreso de provisiones, pero tanto Naciones Unidas como las organizaciones locales han denunciado que la ayuda es insuficiente y que su distribución es altamente ineficaz.

Los pocos camiones de ayuda que logran entrar suelen ser asaltados por bandas armadas o incluso por la población hambrienta, lo que dificulta su reparto ordenado y regula la distribución de alimentos y medicinas.

La situación se complica aún más en la actualidad, en medio de una #crisis humanitaria que parece no tener fin.

Confirmó que Gaza atraviesa una situación de hambruna

Un informe internacional respaldado por la ONU, publicado el 22 de agosto, confirmó que Gaza atraviesa una situación de hambruna, especialmente en la gobernación de Gaza, donde se ubica la ciudad capital del enclave.

Desde esa fecha, otras 83 personas, entre ellas 15 menores, han muerto a causa del hambre, según registros sanitarios. La crisis se desarrolla en un territorio devastado por los bombardeos israelíes, con cerca de dos millones de habitantes confinados en menos del 25 % de su territorio que aún no está bajo control israelí.

El sistema sanitario de Gaza se encuentra en estado crítico. Bajo la administración del movimiento Hamas, 22 hospitales están fuera de servicio y 16 operan parcialmente, con una ocupación de camas que casi alcanza el 200 %.

La infraestructura sanitaria ha sido severamente dañada por los ataques, dejando a la población sin acceso adecuado a atención médica. La situación se agrava con los continuos bombardeos y desplazamientos forzados, en un contexto donde Israel ha lanzado un plan de ocupación en Gaza, dirigido a controlar la ciudad y reducir la capacidad de Hamas.

Presuntamente, la comunidad internacional sigue tratando de coordinar esfuerzos para proporcionar ayuda humanitaria, pero la realidad sobre el terreno indica que la crisis humanitaria en Gaza podría empeorar en los próximos meses si no se logran soluciones efectivas a nivel diplomático y logístico.

La población, que ya lleva años viviendo en condiciones de conflicto permanente, enfrenta ahora una amenaza clara de inanición y deterioro sanitario, en medio de una guerra que ha devastado su infraestructura y ha provocado un éxodo masivo de desplazados internos.