La ciudad de Rafah en Gaza se encuentra al borde de un ataque israelí, lo que ha llevado a un aumento en la población y el temor de un colapso humanitario.

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Rafah, la ciudad más al sur de Gaza, está desbordada.

Casi es el último lugar que ha sido perdonado por un ataque israelí hasta ahora, la población de Rafah se ha quintuplicado, ya que los palestinos llegan en masa para escapar de los combates.

Se amontonan a decenas en apartamentos.

Las aceras y lotes vacíos están llenos de tiendas de campaña con familias dentro.

El pánico y la desesperación aumentan después de que Israel dijera que tiene la intención de atacar Rafah.

Los aproximadamente 1,5 millones de personas refugiadas allí, más de la mitad de la población de Gaza, no tienen a dónde huir en el rostro de un ataque que ha nivelado grandes extensiones del paisaje urbano en el resto del territorio.

Algunos están cansados de huir.

'Estamos exhaustos.

En serio, estamos agotados.

Israel puede hacer lo que quiera.

Estoy sentada en mi tienda de campaña.

Moriré en mi tienda de campaña', dijo Jihan al-Hawajri, quien ha huido varias veces desde el extremo norte hasta la longitud de la Franja de Gaza y ahora vive con 30 parientes en una tienda de campaña.


Los funcionarios de la ONU advierten que un ataque a Rafah será catastrófico, con más de 600,000 niños en el camino de un asalto.

También podría provocar el colapso del sistema de ayuda humanitaria que lucha por mantener con vida a la población de Gaza.

Israel afirma que debe tomar Rafah para asegurar la destrucción de Hamas.

El primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó al ejército que preparara un plan de evacuación después de que Estados Unidos dijo que se oponía a un ataque a Rafah a menos que se hicieran provisiones para su población.

'Es imposible lograr el objetivo de la guerra sin eliminar a Hamas y dejar cuatro batallones de Hamas en Rafah.

Por el contrario, está claro que una intensa actividad en Rafah requiere que los civiles evacuen las áreas de combate', dijo la oficina de Netanyahu en un comunicado.

'Por lo tanto, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha ordenado a las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) y al establecimiento de seguridad que presenten al gabinete un plan combinado para evacuar a la población y destruir los batallones.'