Un incidente en un concierto de Coldplay ha puesto bajo la lupa a una pareja de alto perfil, revelando conexiones con una de las familias más influyentes de Boston y generando controversia en redes sociales.

Lo que comenzó como un simple momento de atención en el escenario, se convirtió en una historia que involucra a dos figuras prominentes, cuyas vidas privadas ahora están en el centro de atención.
El episodio ocurrió en uno de los conciertos más esperados del tour, cuando en una de las interpretaciones, la cámara enfocó a una pareja abrazándose apasionadamente.
Posteriormente, se supo que estas personas eran Andy Byron y Kristin Cabot. Byron ocupa el cargo de director ejecutivo en la empresa Astronomer, especializada en soluciones de análisis de datos, mientras que Kristin Cabot es la directora de Recursos Humanos de la misma compañía.
Supuestamente, Byron decidió renunciar a su puesto tras la difusión del video, aunque las fuentes oficiales aún no han confirmado su salida definitiva.
Kristin, por su parte, se encuentra actualmente con licencia, en una situación que genera especulaciones sobre su futuro profesional y personal.
No se conocen detalles claros sobre sus relaciones amorosas con sus respectivas parejas oficiales, aunque se ha filtrado que la esposa de Byron habría eliminado su apellido en redes sociales, lo que indica una posible ruptura o, al menos, un distanciamiento público.
La pareja de Byron, que también sería una figura conocida en círculos empresariales, ha optado por mantenerse en silencio.
Hasta ahora, los medios estadounidenses han profundizado en el perfil de Kristin Cabot, revelando que presuntamente es la esposa de Andrew Cabot, un influyente empresario y dueño de la reconocida marca de ron llamada Privateer Rum.
Una de las más antiguas y acaudaladas de Boston
La familia Cabot es, supuestamente, una de las más antiguas y acaudaladas de Boston, con raíces que se remontan a varias generaciones.
Según informes del NY Post, la fortuna de la familia Cabot se estima en aproximadamente 13.8 mil millones de euros, cifra que la ubicaría entre las familias más poderosas de la región. La familia ha acumulado su riqueza a través de inversiones en diferentes sectores, incluyendo bienes raíces, finanzas y bebidas alcohólicas.
En registros públicos, se ha descubierto que en enero de este año, la pareja adquirió una vivienda en la costa de New Hampshire por alrededor de 1,6 millones de euros.
La residencia está ubicada en una zona exclusiva y cuenta con amplios espacios diseñados para el confort y la privacidad.
Supuestamente, la relación matrimonial entre Kristin y Andrew continúa vigente, aunque en el ámbito público solo se ha mencionado un distanciamiento momentáneo.
La controversia generada por la aparición de Kristin en el concierto y su vínculo con una familia de gran influencia ha despertado un intenso interés en la comunidad local y en medios internacionales.
Este incidente ha puesto en evidencia cómo las figuras públicas y las familias poderosas pueden verse involucradas en escándalos que trascienden lo laboral y afectan su vida personal, generando debates sobre la privacidad y la exposición mediática.