Un porcentaje significativo de estadounidenses favorece la eliminación del Colegio Electoral, lo que pone de relieve el debate sobre la eficacia del sistema electoral estadounidense.

Imagen relacionada de interes por aboler colegio electoral estados unidos

En Estados Unidos, hay un creciente clamor entre la población para reformar el sistema electoral, específicamente para abolir el Colegio Electoral, un mecanismo que ha sido objeto de controversia desde su creación.

En un contexto donde se prevé que aproximadamente 160 millones de estadounidenses acudan a las urnas el próximo 5 de noviembre, se destaca que la elección del presidente y el vicepresidente no dependerá directamente de estos votantes, sino de un grupo mucho más reducido: los 538 electores del Colegio Electoral.

Este peculiar sistema, establecido en la Constitución estadounidense, otorga a los electores de cada estado el poder de decidir quién ocupará la Casa Blanca.

Sin embargo, esta dinámica ha suscitado opiniones divergentes, especialmente tras las elecciones de 2016, donde Hillary Clinton recibió casi 3 millones de votos más que Donald Trump pero perdió la presidencia debido a la distribución de los votos en el Colegio Electoral.

Este hecho histórico no es un caso aislado; también ocurrió en las elecciones de 2000, cuando Al Gore obtuvo medio millón de votos más que George W. Bush, y en tres ocasiones anteriores: 1824, 1876 y 1888.

La creciente insatisfacción con el sistema ha llevado a figuras políticas como Tim Walz, el candidato demócrata a la vicepresidencia, a abogar por su abolición.

Un reciente sondeo de Pew Research indica que cerca de dos tercios de los votantes estadounidenses apoyan esta iniciativa.

"Todos sabemos que el Colegio Electoral necesita ser eliminado.


Necesitamos un voto popular nacional", declaró Walz ante un grupo de donantes demócratas.

Expertos en historia de Estados Unidos, como David Greenberg de la Universidad de Rutgers, argumentan que este sistema, que pudo tener algún sentido en el siglo XVIII, resulta obsoleto en la actualidad.

"Desde la Guerra Civil, nos hemos concebido como estadounidenses en lugar de habitantes de un estado o localidad.

La gente es consciente de la inequidad fundamental del Colegio Electoral para nuestros tiempos; es una reliquia de otra era", comentó Greenberg.

La falta de representatividad del Colegio Electoral ha sido un tema de discusión constante en la política estadounidense.

Muchos ciudadanos consideran que la voz popular debería ser el principal determinante en las elecciones, en vez de un sistema que puede generar resultados contradictorios.

Esta situación no solo afecta la percepción de la democracia en el país, sino que también plantea interrogantes sobre la equidad del sistema.

Las voces a favor de la reforma continúan creciendo, y la presión social podría resultar en un cambio significativo en la estructura electoral en el futuro.

Así, mientras se acerca la próxima elección presidencial, el debate sobre la necesidad de una reforma ha cobrado más relevancia que nunca, poniendo de manifiesto que muchos estadounidenses anhelan una representación más directa en sus elecciones, alejándose de un sistema que, para muchos, ya no refleja la voluntad del pueblo.