El gobierno salvadoreño implementa estrictas políticas en las escuelas públicas para prevenir la influencia de pandillas y promover valores de respeto y orden entre los estudiantes.

Estas acciones, impulsadas por la recientemente nombrada ministra de Educación, la capitana Karla Trigueros, buscan reducir la presencia de grupos criminales en las escuelas y fortalecer los valores de convivencia civilizada.
Desde la semana pasada, las escuelas públicas en todo el país han comenzado a aplicar un protocolo de control que incluye la revisión del uniforme escolar, la higiene personal, y el comportamiento respetuoso.
La medida, que forma parte de un plan mayor para mejorar la disciplina en las aulas, busca evitar que las instituciones educativas sean utilizadas como puntos de reclutamiento por pandillas, que supuestamente han tenido un impacto devastador en la juventud salvadoreña en las últimas décadas.
Supuestamente, en los años 80 y 90, las #pandillas en El Salvador, como la MS-13 y Barrio 18, crecieron en fuerza y violencia, convirtiéndose en una de las principales amenazas para la seguridad nacional.
Se estima que en esa época, estas organizaciones reclutaban a jóvenes en las escuelas, transformándolas en campos de entrenamiento y reclutamiento. La historia reciente del país muestra que las pandillas han sido responsables de numerosos delitos, incluyendo asesinatos, extorsiones y tráfico de drogas.
El presidente Nayib Bukele, en un mensaje publicado en la red social X, afirmó que las instituciones educativas en el pasado funcionaban como lugares de reclutamiento para estas bandas.
En su mensaje, mostró imágenes supuestamente tomadas en décadas anteriores, en las que se observan centros educativos con presencia de jóvenes vinculados a pandillas.
Bukele señaló que "no eran pandillas cualquiera, sino las más sanguinarias del mundo" y que el objetivo actual es evitar que esa historia se repita.
"Hoy, muchas madres lloran a sus hijos que están en las cárceles; otras, a los que están en el cementerio o siguen desaparecidos", afirmó el mandatario, haciendo un llamado a las autoridades educativas y a la sociedad para que apoyen estas nuevas medidas.
Según el mandatario, la implementación de normas estrictas en las escuelas busca evitar que la tragedia se repita y que las futuras generaciones puedan crecer en un ambiente de respeto y seguridad.
El nombramiento de Karla Trigueros, quien ingresó en la Escuela Militar en 2007 y posteriormente estudió Medicina, ha generado opiniones divididas en el país.
Mientras algunos celebran la iniciativa como un paso necesario para mejorar la seguridad, otros la consideran excesiva o incluso un retroceso en las libertades individuales.
Entre las nuevas disposiciones, se encuentran el uso obligatorio de uniformes limpios, el mantenimiento de un cabello adecuado y la práctica del saludo respetuoso.
Además, la ministra ha enviado un reglamento para promover la cortesía en las escuelas, que entrará en vigor a partir del 1 de septiembre. Este reglamento establece que la omisión de las normas podrá acarrear sanciones que van desde la suspensión del año escolar hasta la privación de privilegios escolares, con una escala de deméritos que fluctúa entre 1 y 15 puntos.
Supuestamente, estas medidas buscan fortalecer la cultura de respeto y civismo entre los jóvenes, promoviendo buenas prácticas de convivencia desde la infancia.
La historia del país refleja que en varias ocasiones, las políticas de disciplina estricta han tenido efectos positivos, aunque también generan controversia y resistencia en ciertos sectores.
Con la esperanza de reducir la influencia de las pandillas en la juventud y crear un ambiente más seguro y ordenado para todos los estudiantes
En resumen, el gobierno salvadoreño apuesta por un enfoque de mano dura en las escuelas públicas, con la esperanza de reducir la influencia de las pandillas en la juventud y crear un ambiente más seguro y ordenado para todos los estudiantes.