La Cámara de Representantes de EE. UU. aprueba financiamiento temporal para evitar un cierre del gobierno, mientras las tensiones entre Donald Trump y los republicanos crecen.
En un momento crucial para el gobierno de los Estados Unidos, la Cámara de Representantes ha dado luz verde a un plan diseñado por el presidente de la Cámara, Mike Johnson, que busca financiar temporalmente las operaciones federales y proporcionar ayuda ante desastres, justo antes de la amenaza de un cierre gubernamental a medianoche.
Esta decisión se produce en un contexto complicado, donde la demanda del ex presidente Donald Trump de un aumento del límite de deuda no fue incluida en el acuerdo.
Johnson ha repetido su compromiso de que el Congreso "cumplirá con nuestras obligaciones" y evitará que las operaciones federales se detengan justo antes de las festividades navideñas.
Sin embargo, la jornada estuvo marcada por la incertidumbre, ya que Trump insistió en que cualquier acuerdo debía incluir un aumento del límite de deuda, lanzando una advertencia por la mañana en sus redes sociales de que si no se cumplía su demanda, "que comiencen los cierres ahora".
El proyecto de ley fue aprobado con una amplia mayoría de 366 votos a favor y 34 en contra, y ahora se dirige al Senado, donde se espera un rápido visto bueno.
Johnson, antes de la votación, optimizó que "no tendremos un cierre del gobierno". Sin embargo, esta es la tercera vez que Johnson, el actual presidente de la Cámara, intenta cumplir con una de las funciones más básicas del gobierno federal: mantenerlo operativo.
Esta situación ha planteado dudas sobre su futuro en el cargo, especialmente ante la creciente insatisfacción de algunos de sus colegas republicanos.
Los republicanos, que controlarán completamente la Casa Blanca, la Cámara y el Senado el próximo año, se encuentran en una situación complicada, ya que deben mostrar que pueden financiar el gobierno sin depender exclusivamente de las demandas de Trump.
A pesar de que muchos en el partido están a favor de recortes en el gobierno federal, no están dispuestos a aceptar un aumento de deuda que podría poner en riesgo su imagen ante los electores.
La presión ejercida por Trump fue difícil de ignorar, y Johnson se vio obligado a actuar sin su respaldo.
Este dilema ha llevado a que muchos se pregunten si la falta de unidad entre los republicanos pueda poner en peligro su capacidad para gobernar eficazmente.
Este escenario recuerda otras crisis políticas en la historia de EE. UU., como el cierre gubernamental de 2013, que surgió por disputas sobre el financiamiento del Obamacare y tuvo un impacto notable en la opinión pública y en la imagen del Partido Republicano.
El clima de tensión se intensificó aún más con comentarios de figuras prominentes, como el multimillonario Elon Musk, quien en redes sociales cuestionó si el proyecto de ley era realmente republicano o si había sido diseñado por los demócratas.
Esta situación evidencia un creciente divide en el partido y añade un nuevo nivel de incertidumbre a las proyecciones políticas de cara al próximo año, a medida que se acercan las elecciones, donde se proyecta que la economía y la gestión de la deuda federal serán temas críticos en la agenda electoral.