La creciente necesidad de seguridad en los mítines de Trump se hace evidente con la implementación de vidrio a prueba de balas, acompañado de una atmósfera teatral que recuerda a los eventos deportivos.

Recientemente, durante un mitin en Lititz, Pensilvania, la teatralidad de la política estadounidense estuvo más presente que nunca cuando Donald Trump hizo su entrada.

Al llegar en una SUV negra, el ex presidente utilizó la famosa canción de The Undertaker de la WWE, 'Rest In Peace', una melodía fúnebre que incorpora campanas de iglesia y órganos, marcando así el tono del evento.

A medida que sonaban las notas finales del himno nacional en su versión interpretada por Lee Greenwood, 'God Bless the USA', Trump levantó un puño y golpeó dos veces un enorme panel de vidrio a prueba de balas, lo que provocó los gritos de '¡USA!' entre sus seguidores.

Este tipo de protección, que generalmente solo se observa en presidentes y vicepresidentes en funciones, se ha convertido en un elemento habitual en los mítines al aire libre de Trump desde un intento de asesinato en julio pasado.

En estas múltiples ocasiones, el ex mandatario se ha visto entre paneles de vidrio robustos, diseñados para resistir disparos de armas automáticas.

Durante su discurso, Trump incluso comentó sobre el impacto que estos paneles tendrían en su imagen: "Cuando me vean esta noche, dirán ‘el presidente no se ve tan bien’. Bueno, ¿cómo se ve uno bien detrás de un trozo de vidrio de cuatro pulgadas que ni con un obús podría atravesar?"

Para cumplir con las normas de uso gubernamental en los EE. UU., este vidrio debe ser capaz de soportar al menos cinco disparos de una de las 1,2 millones de subametralladoras o rifles en circulación en el país.

Según Nathan Munz, director de Glassform, un fabricante de vidrio balístico australiano, los paneles utilizados en los mítines de Trump y de otros políticos son aparentemente diseñados para resistir ataques violentos.

"Parece que tiene al menos cinco capas y parece que el exterior es de vidrio", explicó Munz.

"También tienen algunas capas de plástico, por lo que tiene una calificación bastante alta, ese tipo de vidrio". En sus 35 años de experiencia, Munz ha suministrado vidrio balístico a embajadas australianas y edificios gubernamentales, aunque no puede comentar sobre ciertos aspectos de sus clientes por razones de seguridad.

Una disyuntiva que Munz también mencionó fue la notable separación visible entre los paneles, lo cual lo sorprendió, a pesar de la apariencia duradera de estos elementos de seguridad.

Este avance en la seguridad en política refleja un cambio en la forma en que se lleva a cabo la campaña electoral en EE.UU., donde la necesidad de protección se ha vuelto un tema crucial.

Esto plantea interrogantes sobre el estado actual de la política estadounidense, donde los mítines se parecen más a eventos de alta seguridad que a encuentros democráticos abiertos y accesibles.

Con el creciente clima de tensión y la polarización, la presencia de vidrio a prueba de balas en estos eventos no solo es preocupante, sino que también indica cuestiones subyacentes sobre la seguridad y la ética política en la era moderna.