El ex presidente Donald Trump arremete contra los inmigrantes y Kamala Harris en un evento de campaña, destacando la seguridad fronteriza como tema clave.

En un reciente evento de campaña en Prairie du Chien, Wisconsin, Donald Trump, ex presidente y candidato a la nominación presidencial del Partido Republicano, lanzó críticas duras y cargadas de tono contra los inmigrantes que cruzan la frontera de manera ilegal.

En particular, Trump expresó su preocupación por los delitos cometidos por algunos inmigrantes, enfocándose especialmente en los crímenes violentos contra jóvenes mujeres.

Mientras se encontraba rodeado de carteles que mostraban a inmigrantes indocumentados que habían sido arrestados por homicidio y otros crímenes graves, el discurso de Trump estuvo centrado casi exclusivamente en la inmigración ilegal.

En lo que puede considerarse un intento por avivar el miedo y la indignación de los votantes, definió a aquellos que cometen delitos violentos como "monstruos", "asesinos fríos como el hielo" y "animales viles".

En medio de esta retórica incendiaria, Trump no escatimó en insultos dirigidos a la Vicepresidenta Kamala Harris.

La ex presidenta la describió como "mentalmente incapacitada" durante su discurso, una referencia a la visita que Harris había hecho el día anterior a la frontera entre Estados Unidos y México, en el marco de su campaña presidencial para 2024. Esto evidencia una creciente polarización en el debate sobre la inmigración, un tema que sigue siendo crucial para muchos votantes en el país.

A medida que se aproxima la elección del 5 de noviembre, la competencia entre Trump y Harris se intensifica, y la política migratoria se posiciona como una de las principales preocupaciones para los electores.

A pesar de esta estrategia de campaña agresiva, un portavoz de Harris, Sarafina Chitika, opinó que Trump no ofrece nada de valor ni inspirador, calificando su discurso de "oscuridad".

En sus declaraciones, Trump también culpó a Harris y al presidente demócrata Joe Biden por su supuesta falta de control sobre la entrada de inmigrantes indocumentados al país.

Acusó a algunos de ellos de tener intenciones maliciosas al afirmar que desean "violar, saquear, robar y matar al pueblo estadounidense". Esta narrativa busca resaltar la urgencia de reforzar la seguridad fronteriza en una elección que cada vez parece más reñida.

Históricamente, la inmigración ha sido un tema divisivo en la política estadounidense, con líderes de diversos partidos tratando de aprovechar el sentimiento popular hacia este asunto.

Desde la administración de Ronald Reagan hasta la de Donald Trump, hemos visto un enfoque cambiante y, a menudo, polarizante sobre cómo abordar la inmigración en el país.

Con la llegada de las elecciones, es evidente que el debate sobre la inmigración y la seguridad en la frontera permanecerá en el centro de la conversación política, puesto que es un tema que resuena de manera significativa entre los votantes de ambos lados del espectro político.