Analizamos el posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y su impacto en las relaciones internacionales y el orden global.
Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos, está en camino para regresar a la Casa Blanca, y se estima que lo hará con una victoria mucho más contundente que la que obtuvo en 2016. Este regreso podría incluir mayorías en ambas cámaras del Congreso y un mandato que podría impulsar cambios drásticos tanto a nivel nacional como internacional.
Con lo ocurrido en las elecciones, los líderes mundiales ya están preparándose para un cambio en el orden global que podría ser sin precedentes en la historia reciente.
La confrontación entre las políticas de 'America First' de Trump y el enfoque de cooperación internacional podría marcar una nueva era de tensión y reconfiguración de alianzas.
Desde que Joe Biden asumió la presidencia en 2020, su enfoque se centró en restaurar la confianza con sus aliados globales, quienes en su momento sintieron que la administración Trump puso en peligro las relaciones internacionales.
Durante su mandato, Trump amenazó con retirar a Estados Unidos de la OTAN y se retiró de importantes acuerdos internacionales, como el Tratado de París sobre el cambio climático y el acuerdo nuclear con Irán.
Bajo la administración Biden, el Departamento de Estado trabajó arduamente para tranquilizar a los aliados de Estados Unidos, asegurando que la época de Trump había sido solo un momento atípico en la política estadounidense.
Sin embargo, con su posible regreso, este curso de acción podría revertirse, y eso suscita inquietud en diversos sectores.
Los partidarios de Trump sostienen que su imprevisibilidad podría, de alguna forma, contribuir a mantener la paz global al crear un estado de temor entre aquellos que considerarían llevar a cabo actos de agresión.
Sin embargo, esta percepción contrasta con la creencia más común de que la estabilidad que siguió a la Segunda Guerra Mundial se mantuvo gracias a una serie de alianzas cuidadosamente cultivadas, como la OTAN, así como al respeto por las normas internacionales defendidas por las Naciones Unidas y sus distintas agencias, incluyendo la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud.
La política de aislamiento de Trump también podría revitalizar antiguos conflictos y tensiones heredadas de su mandato.
Históricamente, durante sus años en el poder, las relaciones de Estados Unidos con China y Rusia fueron complicadas, y su estrategia estimuló una serie de respuestas en el ámbito internacional que aún repercuten en la actualidad.
Es evidente que el retorno de Trump puede redefinir no solo la política interna estadounidense, sino también su posición en el escenario global.
Con la posibilidad de un enfoque más unilateral hacia las relaciones internacionales, muchos se preguntan cuáles serán las consecuencias para los países aliados y rivales.
La comunidad internacional está a la expectativa, ansiosa por ver cómo se desarrollarán los eventos en los próximos meses y qué rumbo tomará Estados Unidos bajo el liderazgo de Trump.
La inminencia de estos cambios puede tener repercusiones no solo para la política estadounidense, sino para la estabilidad y las relaciones globales en su totalidad.