En Estados Unidos, la gran interrogante para Donald Trump y Joe Biden tras Super Martes es: ¿dónde irán los seguidores de Nikki Haley? Para Haley, vencer a Trump en la nominación republicana iba a ser siempre difícil, especialmente después de que él ganara casi todas las primarias y asambleas previas a este concurso.

¿Dónde irán los seguidores de Nikki Haley ahora? Esa es la gran pregunta para Donald Trump y Joe Biden tras Super Martes.

Después del día más importante de la temporada de primarias de 2024, en el que Trump triunfó en casi todos los 15 estados en juego, no puede haber dudas sobre la dominancia del ex presidente.

Haley había ingresado a Super Martes con la esperanza de mantenerse lo suficientemente competitiva para dar a los votantes la oportunidad de elegir a un 'nuevo líder conservador generacional' que represente lo que queda de la visión del Partido Republicano de Reagan-Bush.

Pero sin un camino hacia la Casa Blanca, la ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU se retiró de la contienda el miércoles por la mañana, allanando el camino para una revancha explosiva entre dos hombres de los que dice que son demasiado viejos para el cargo y demasiado perjudiciales para América.

Para Trump, ha sido un extraordinario regreso político.

Cuatro años después de perder el cargo en una elección que aún insiste en que fue manipulada, el ex presidente, que enfrenta 91 cargos criminales, ha transformado al Partido Republicano en un movimiento moldeado a su imagen.

Ahora es más populista, de clase trabajadora, alimentado por agravios y leal que nunca antes.

Sus seguidores comparten su opinión de que América está rota bajo Biden, creen que los problemas legales de Trump son parte de una caza de brujas política, y hacen la vista gorda a la caos que a menudo siembra.

Pero si bien Super Martes ha reforzado el control del ex presidente sobre su partido, también ha destacado las debilidades continuas que enfrentará ahora que la campaña electoral de 2024 ha comenzado en serio.