Un juez de Nueva York impuso una multa de 5000 dólares a Donald Trump por violar una orden de silencio que le prohibía difamar al personal de la corte durante su juicio por fraude civil. El juez advirtió que futuras transgresiones podrían resultar en sanciones más severas, incluyendo la prisión.

En un fallo emitido este viernes, el juez Arthur Engoron impuso una multa de 5000 dólares a Donald Trump por incumplir una orden de silencio que le prohibía difamar al personal de la corte durante su juicio por fraude civil.

El ex presidente de Estados Unidos publicó en sus redes sociales un mensaje atacando al asistente del juez, el cual fue eliminado posteriormente de su plataforma Truth Social, pero aún era visible en su sitio web de campaña presidencial para el 2024 dos semanas después de que se emitiera la orden para eliminarlo.

El juez reconoció que la violación de la orden de silencio parecía inadvertida, pero advirtió que cualquier violación futura, ya sea intencional o no intencional, enfrentaría sanciones mucho más severas.

Entre las sanciones mencionadas se encuentran multas más elevadas y la posibilidad de prisión.

Engoron está a cargo del juicio por cargos civiles presentados por la procuradora general del estado de Nueva York, Letitia James, quien acusa a Trump de inflar ilegalmente su valor neto para engañar a los prestamistas.


Trump es el principal candidato a la nominación republicana para desafiar al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos del próximo año, ya que lidera con comodidad sobre sus rivales a pesar de los crecientes problemas legales y las restricciones impuestas por los tribunales sobre sus declaraciones públicas.

El juez Engoron impuso una orden de silencio limitada el 3 de octubre después de que Trump publicara en sus redes sociales una foto de la asistente del juez posando con el líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, un crítico del ex presidente, y la llamara la 'novia' del senador.

Al imponer la orden de silencio, el juez manifestó que los comentarios dirigidos a su personal eran 'inaceptables, inapropiados y no serían tolerados bajo ninguna circunstancia'.