El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, y el presidente francés, Emmanuel Macron, reviven su enérgico saludo en un reciente encuentro en París.

Imagen relacionada de intensas demostraciones camaraderia trump macron paris

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente francés, Emmanuel Macron, protagonizaron un saludo lleno de fuerza durante su encuentro en París, evocando el momento memorable de su primera reunión hace más de siete años.

Esta vez, el escenario fue la emblemática Catedral de Notre-Dame, que se reabrió recientemente al público tras un extenso proceso de restauración.

Trump llegó a la capital francesa para asistir a esta significativa ceremonia, marcando así su primer viaje internacional tras su victoria en las elecciones mientras que la atención de los medios estaba centrada en la proximidad de dos de los líderes más destacados del mundo.

A su llegada, fue recibido por Macron en los escalones del Palacio del Elíseo, donde ambos líderes se dieron un fuerte abrazo y un apretón de manos que rápidamente se convirtió en un intercambio de gestos firmes.

El saludo fue elocuente; Trump, al salir de su vehículo, tomó la mano derecha de Macron y la atrajo hacia su cuerpo, mientras que ambos mantenían un agarre firme, moviéndolas de arriba hacia abajo en un ritual que muchos consideran como una forma de establecer una dinámica de poder.

A medida que subían las escaleras del palacio, Trump, en un gesto que algunos interpretaron como una demostración de dominio, colocó su mano sobre la de Macron y la presionó hacia abajo, reafirmando la conexión entre ambos por segunda vez.

Este curioso ritual de saludos ha sido un tema recurrente entre ellos.


Sus interacciones, a menudo marcadas por una mezcla de camaradería y competición, han capturado la atención tanto de admiradores como de críticos.

En redes sociales, un usuario subrayó que esta era una clara señal de que "Trump está de vuelta dominando a los líderes mundiales a través de su apretón de manos". La acción fue suficiente para generar comentarios en línea sobre la resistencia física de Macron, con bromas que sugieren que el presidente francés podría necesitar un masaje después de la intensa secuencia del saludo.

Históricamente, Trump y Macron han tenido una relación polémica.

Desde su primera reunión en la cumbre de la OTAN en 2017, donde también se dieron un apretón de manos notablemente firme, la relación entre ambos líderes ha oscilado entre la confianza mutua y las diferencias políticas.

En tiempos recientes, han abordado cuestiones delicadas como el cambio climático y la política comercial, siempre en un contexto de interacción a veces bastante física.

El apretón de manos en el Elíseo y el ambiente de camaradería entre Estados Unidos y Francia simbolizan mucho más que dos hombres intercambiando saludos; son una representación de las complejas relaciones diplomáticas que marcan el tablero político global actual.

Mientras Trump se prepara para asumir el cargo, su enfoque en el fortalecimiento de alianzas y su notoriedad por ser directo podrían ser factores cruciales en el desarrollo de su presidencia.