El expresidente Donald Trump ha sido acusado por tercera vez en cuatro meses por su papel en el intento de subvertir las elecciones de 2020, lo que condujo al mortal ataque al edificio del Capitolio de Estados Unidos.

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En otra momento histórico, el republicano de 77 años, quien es el claro favorito para ganar la nominación presidencial de su partido en 2024, enfrenta una nueva ronda de cargos criminales que lo ponen en curso de colisión con el sistema de justicia mientras intensifica su campaña por regresar a la Casa Blanca.

El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el Fiscal Especial Jack Smith.

Crédito: AP, Reuters

La acusación es la culminación de una investigación de varios meses realizada por el Fiscal Especial Jack Smith, el mismo fiscal federal que ha acusado a Trump por su manejo indebido de documentos clasificados.

Días después de presentar cargos adicionales contra Trump en ese caso, Smith ahora lo acusa de cuatro delitos relacionados con su intento de permanecer en el poder a pesar de perder la presidencia en noviembre de 2020.

La acusación de 45 páginas presentada el miércoles incluye conspiración para defraudar a Estados Unidos; conspiración para obstruir un procedimiento oficial; obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial; conspiración contra los derechos (específicamente, los derechos de los votantes).

"Cada una de estas conspiraciones, que se basaron en la desconfianza generalizada que el acusado estaba creando a través de mentiras persistentes y desestabilizadoras sobre el fraude electoral, apuntaba a una función fundamental del gobierno federal de Estados Unidos: el proceso de recolección, conteo y certificación de los resultados de las elecciones presidenciales", dice el documento.


Los esfuerzos de Trump para permanecer en el cargo involucraron avivar mentiras sobre fraude electoral, respaldar un plan diseñado para utilizar electores falsos para cambiar los votos del colegio electoral en estados clave, lanzar una campaña de presión sobre varios funcionarios para anular los resultados y alimentar la protesta que condujo a los disturbios en el Capitolio.

La insurgencia dejó varias personas muertas, alrededor de 150 policías heridos y una nación conmocionada y dividida.

La acusación también señala que Trump tenía seis co-conspiradores, cinco abogados y un consultor político, pero no los nombró. Basado en las descripciones de sus roles, se cree que incluyen a sus ex abogados Rudy Giuliani, Sidney Powell y John Eastman, todos los cuales ayudaron a promover la falsa afirmación de que las elecciones fueron robadas.