El ex-presidente Donald Trump busca ganar apoyo en su carrera por la presidencia, presentando una versión más suave de sí mismo, aunque sin dejar de lado su estilo provocador.

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Milwaukee: Este es el relato de dos Donald Trumps.

Por un lado, está el Trump explosivo, conocido por sus discursos combativos y llenos de resentimiento que han marcado la política de Estados Unidos en los últimos ocho años.

Por otro lado, encontramos al Trump que su campaña deseaba que el público viera en la noche en que aceptó la nominación presidencial de su partido: una versión más amable, suave y contenida, que pretende unir al país tras la experiencia cercana a la muerte que vivió recientemente.

Donald Trump se dirigió a los asistentes de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee.

Aunque algunos esperaban un cambio radical en su discurso a raíz de la grave situación que enfrentó, fue evidente que la esencia de Trump sigue intacta.

Apenas veinte minutos después de un discurso que supuestamente fue adaptado para la ocasión, el incendiario republicano volvió a su forma habitual, lamentando las "cacerías de brujas partidistas" en su contra.

Además, afirmó que una "invasión" de migrantes está poniendo en peligro al país, reiteró sus acusaciones sobre un fraude electoral y se jactó de su relación con dictadores globales.

"Es agradable llevarse bien con alguien que tiene un gran arsenal nuclear", expresó al hablar sobre su vínculo con el líder norcoreano Kim Jong-un.

Durante su discurso, Trump revivió con detalles dramáticos el momento en que casi perdió la vida, marcando así su primera intervención en público desde el alarmante suceso.


"No se supone que deba estar aquí esta noche", dijo, mientras la multitud comenzaba a corear: "¡Sí estás aquí! ¡Sí estás aquí!".

"Gracias, pero no estoy aquí", continuó, hablando casi en susurros.

"Estoy frente a ustedes en esta arena, solo por la gracia de Dios todopoderoso."

A pesar de intentar presentarse como un candidato más conciliador, Trump dejó claro que su estilo provocador no ha desaparecido.

La historia reciente de Trump es un ciclo constante de controversias y popularidad.

Desde su llegada a la Casa Blanca en 2016, ha polarizado a la opinión pública estadounidense, ganando tanto fervientes seguidores como acérrimos opositores.

Aunque sus intentos de posicionarse como un líder unificador son evidentes, el camino hacia las elecciones de 2024 parece estar plagado de divisiones.

En este contexto, es importante recordar que Trump no es solo un candidato más; es una figura que ha moldeado la política estadounidense moderna como pocos lo han hecho en la historia reciente.

Al mirar hacia adelante, muchos se preguntan si esta versión más suave de Trump tendrá éxito en un país que aún se encuentra profundamente dividido.