Un hombre de 22 años se hizo pasar por un maniquí en una tienda de Varsovia, Polonia, para cometer robos de joyas. Posteriormente, logró escapar y regresar al lugar para comer.

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En una ventana de escaparate en Varsovia, Polonia, se encontraba aparentemente un maniquí con una sudadera mostaza.

Sin embargo, no era un maniquí, sino un joven de 22 años.

Permanecía inmóvil con el brazo extendido, sosteniendo una bolsa de compras, junto a dos maniquíes reales vestidos con jeans.

Una vez que la tienda cerró, el hombre entró en acción, robando joyas, según la policía de Varsovia.

En otro incidente separado, la policía informó que, después de que el centro comercial cerrara, el sujeto se dirigió a uno de los bares para comer, se cambió de ropa y luego escapó por debajo de una de las puertas semiabiertas.

Más tarde, regresó al bar para una segunda comida.

Probablemente esta será su última comida en el centro comercial por algún tiempo.

La policía ha arrestado al hombre y lo ha acusado de robo y allanamiento, según indicaron en un comunicado.

No especificaron cuándo ocurrieron los incidentes.

La saga del hombre que se hizo pasar por un maniquí se suma a la lista de estrategias creativas que los criminales han utilizado para tratar de evadir la detección.

Un atraco bancario fallido en 1995 que involucró el uso de jugo de limón como disfraz inspiró a David Dunning, entonces profesor de psicología social en Cornell, y a Justin Kruger, en ese momento estudiante graduado, a acuñar el efecto Dunning-Kruger.

El hombre se hizo pasar por un maniquí en una ventana de una tienda antes de supuestamente robar las joyas, la comida y la ropa.

De acuerdo con su teoría, nuestra incompetencia enmascara nuestra habilidad para reconocer nuestra propia incompetencia.

La teoría generalmente se refiere a la incapacidad de detectar nuestra baja experiencia en un área específica, pero también puede aplicarse a errores específicos.

Dunning afirmó que el hombre que fingió ser un maniquí ejemplificaba la teoría, ya que era consciente de los riesgos a los que se enfrentaba, incluyendo que las cámaras de seguridad podrían capturar cada uno de sus movimientos en tiempo real.