El presidente chino Xi Jinping ha eliminado formalmente el último obstáculo para consolidar su poder al fusionar el Partido Comunista y el Consejo de Estado.
El presidente chino Xi Jinping ha pasado la última década construyendo el Estado chino a su alrededor.
Esta semana eliminó formalmente su último obstáculo: el poder del Consejo de Estado.
Cuando Beijing abrió sus mercados al mundo en la década de 1980, el líder supremo de China, Deng Xiaoping, introdujo la "Ley Orgánica" para separar al Partido Comunista de las funciones burocráticas del gobierno.
El objetivo era hacer que la economía pareciera más estable y eficiente para los inversores.
Funcionó. Miles de millones de dólares fluían a las arcas de China, y la economía registraba tasas de crecimiento de dos dígitos durante gran parte de los siguientes 30 años.
Pero en el último acto del Congreso Nacional de Personas de este año en Beijing el lunes, esa distinción fue extinguida.
Por primera vez en cuatro décadas, el Artículo Tres de la Ley Orgánica se modificó para hacer que el papel del Consejo de Estado, que incluye al primer ministro, ministros de economía y enviados extranjeros, sea indivisible del partido.
El secretario de Defensa británico advierte sobre las actividades expansionistas de China en el Mar del Sur de China
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, ha advertido que Occidente debe desarrollar una estrategia política más coherente frente a las actividades expansionistas de China en el Mar del Sur de China o enfrentarse a un conflicto en una década.Los cambios dejan claro que el papel del consejo ya no se limita a implementar el desarrollo económico, los resultados educativos o manejar asuntos judiciales.
Ahora su trabajo principal es "defender el liderazgo del Partido Comunista de China" a través de la guía de Mao Zedong, Deng y el "Pensamiento de Xi Jinping". Esta fusión del partido y el estado ha estado en marcha desde que Xi llegó al poder en 2013 y se incluyó tanto al partido como a sí mismo en la Constitución en 2017. La subordinación oficial del Consejo de Estado, votada por 2883 delegados a favor y ocho en contra en el congreso, ha hecho que esa transformación sea completa.
"Está grabado en piedra", dijo el Dr.
Alfred Wu, experto en política china en la Escuela de Política Pública Lee Kuan Yew.
"Es un sistema piramidal, y Xi está en la cima.
El partido y el estado ya no son sistemas paralelos."