El presidente de China, Xi Jinping, no asiste a una reunión en Sudáfrica donde se esperaba que defendiera la economía de China y su apoyo a los mercados emergentes. Fears han montado que las dificultades de la nación asiática puedan causar turbulencias a nivel mundial.
El presidente Xi Jinping no asistió a una reunión en Sudáfrica donde se esperaba que pronunciara un discurso defendiendo la economía de China y su apoyo a los mercados emergentes, ya que aumentan los temores de que las dificultades de la nación asiática puedan causar turbulencias a nivel mundial.
Según un cronograma público, el líder chino iba a dirigirse a un foro de negocios de BRICS el martes como parte de la cumbre de tres días entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
En su lugar, los delegados fueron recibidos en el escenario por el ministro de Comercio, Wang Wentao, quien leyó el discurso sin dar una explicación sobre la ausencia de su líder.
El presidente Xi Jinping está en Sudáfrica para la cumbre y se reunió con el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa anteriormente el martes.
No asistió al foro de apertura donde los otros líderes de BRICS pronunciaron sus discursos en persona.
El secretario de Defensa británico advierte sobre las actividades expansionistas de China en el Mar del Sur de China
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, ha advertido que Occidente debe desarrollar una estrategia política más coherente frente a las actividades expansionistas de China en el Mar del Sur de China o enfrentarse a un conflicto en una década.No se dio ninguna razón para la ausencia del líder chino.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, está representando al presidente Vladimir Putin cuya orden de arresto de la Corte Penal Internacional le impidió asistir en persona.
La decisión de Xi de no pronunciar un mensaje económico optimista en persona se produce cuando su nación enfrenta una intensa atención mundial por sus dificultades con los precios en caída, un mercado inmobiliario vacilante y una deuda creciente del gobierno local.
El discurso también trajo un aire de confrontación a la cumbre de Johannesburgo, señalando que "algún país, obsesionado con mantener su hegemonía, se ha esforzado por paralizar los mercados emergentes y los países en desarrollo". Fue una clara referencia a los EE. UU. y a la creciente fricción económica entre las dos potencias.