Qin Gang, el ministro de Asuntos Exteriores de China, ha desaparecido de la vida pública desde hace tres semanas, lo que ha generado especulaciones sobre su salud y estatus. Aunque el gobierno chino ha mencionado motivos de salud para justificar su ausencia, la falta de información ha alimentado las conjeturas y podría interferir en los esfuerzos de China por mejorar sus relaciones diplomáticas con potencias occidentales y países vecinos.

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El ministro de Asuntos Exteriores de China, Qin Gang, ha desaparecido de la vida pública desde hace tres semanas, generando especulaciones sobre su salud y estatus.

Aunque el gobierno chino mencionó la semana pasada que Qin, de 57 años, no asistiría a una reunión en Jakarta debido a motivos de salud, ha declinado proporcionar más detalles o actualizaciones.

Esta falta de información por parte del gobierno solo ha alimentado las especulaciones sobre la ausencia de Qin, amenazando con distraer de los esfuerzos de China por fortalecer su diplomacia para aliviar las tensiones con potencias occidentales y cortejar a sus vecinos asiáticos.

La desaparición repentina de altos funcionarios chinos de la vida pública a menudo se interpreta como posibles signos de problemas.

Fuera de China, la ausencia prolongada de Qin ha generado especulaciones en internet sobre su salud y estatus.

Esta incertidumbre también ha permeado las conversaciones entre diplomáticos y políticos en la capital china.

Qin, quien fue catapultado al puesto de ministro de Asuntos Exteriores de China por el líder del país, Xi Jinping, en diciembre, estaba llevando a cabo una intensa agenda al principio de su mandato, reuniéndose con decenas de funcionarios extranjeros mientras impulsaba la agenda de Beijing en un mundo dividido y devastado por la guerra.


Sin embargo, después de sus últimas reuniones el 25 de junio con diplomáticos de Vietnam, Rusia y Sri Lanka, Qin se volvió silencioso.

Con su desaparición de la vida pública, Qin ha dejado de asistir a importantes reuniones y compromisos.

China canceló su encuentro con el jefe de política exterior de la Unión Europea en Beijing y la semana pasada no pudo asistir a una reunión de países del sudeste asiático en Jakarta, Indonesia, a la que China había sido invitada.

La falta de información sobre el regreso de Qin al trabajo ha llevado a los periodistas a preguntar repetidamente al ministerio de Asuntos Exteriores en Beijing, solo para recibir respuestas de que no se dispone de ninguna información.

La falta de transparencia por parte del gobierno ha acentuado aún más la especulación sobre la ausencia de Qin y amenaza con desviar la atención de los esfuerzos de China por impulsar su diplomacia y mejorar sus relaciones con potencias occidentales y vecinos asiáticos.