Dos masacres y un accidente en poco más de una semana ponen de relieve los problemas de salud mental en una China que enfrenta tensiones económicas.
Recientemente, China ha sido escenario de una serie de incidentes violentos que han dejado a la sociedad conmocionada y han puesto en entredicho la capacidad del país para manejar las tensiones derivadas de una economía en desaceleración y los problemas de salud mental asociados.
En un lapso de poco más de una semana, se registraron dos masacres y un trágico accidente relacionado con un automóvil en un colegio primario.
El 11 de noviembre, un hombre, aparentemente frustrado por un acuerdo de divorcio, embistió su coche contra una multitud en Zhuhai, cobrando la vida de 35 personas en un acto devastador.
Posteriormente, otro individuo, un exestudiante, desató su ira en una escuela vocacional en Wuxi, apuñalando a ocho personas.
Además, el martes pasado, un vehículo arrolló a un grupo de niños y peatones en la ciudad de Changde; aunque no se ha determinado si este último incidente fue intencional, la policía ha detenido al conductor y ha iniciado las investigaciones pertinentes.
Afuera del “Zhuhai People’s Fitness Plaza”, se encendieron velas en memoria de las víctimas de la masacre, una acción simbólica que refleja la creciente preocupación entre los ciudadanos.
Los recientes eventos han provocado un aumento en los temores sobre la salud general de la sociedad china, que ha visto un alarmante incremento en los ataques masivos, reportando nueve incidentes este año en comparación con solo seis en la última década.
Los informes policiales sobre los sospechosos de los ataques indican que estos adultos, frustrados ante pérdidas económicas y buscando desquitar su ira con inocentes, han desencadenado violencia sin precedentes.
El secretario de Defensa británico advierte sobre las actividades expansionistas de China en el Mar del Sur de China
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, ha advertido que Occidente debe desarrollar una estrategia política más coherente frente a las actividades expansionistas de China en el Mar del Sur de China o enfrentarse a un conflicto en una década.A medida que la economía del país se enfría, las oportunidades de empleo se tornan más inciertas, y cada vez menos personas se benefician del llamado milagro económico chino de las últimas décadas.
Expertos advierten que las presiones económicas están afectando seriamente la salud mental de muchos ciudadanos.
George Magnus, asociado del Centro de China de la Universidad de Oxford y autor del libro "Red Flags: Why Xi’s China is in Jeopardy", sostiene que la serie de incidentes fatales indica un patrón preocupante y no un evento aislado, sugiriendo que estos actos son una manifestación de un descontento más profundo.
Un estudio realizado en julio por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington reveló que una gran parte de la población china percibe el fracaso como resultado de injusticias sistémicas y condiciones desfavorables en lugar de responsabilidad personal.
La historia reciente de China ha estado marcada por la rápida transformación de su economía, la cual ha sacado a millones de la pobreza, pero ahora muchos sienten que han sido dejados de lado mientras el país avanza.
Este descontento colectivo podría ser una de las razones detrás de estos actos violentos, lo que resalta la necesidad urgente de abordar no solo los problemas económicos, sino también el creciente malestar emocional en la sociedad.