En una destacada misión espacial, China logró aterrizar con éxito una nave espacial no tripulada en el lado oscuro de la luna el pasado domingo.

El objetivo de esta histórica misión es recuperar las primeras muestras de rocas y suelo lunar de dicho hemisferio lunar oscuro, informó la agencia espacial china.

Este logro eleva el status de China en materia de exploración espacial en la carrera global hacia la luna, donde países como Estados Unidos tienen la esperanza de explotar minerales lunares para mantener misiones astronautas a largo plazo y bases en la luna en la próxima década.

La nave Chang'e-6, equipada con una variedad de herramientas y su propio lanzador, aterrizó en un gigantesco cráter de impacto llamado Cuenca Polo Sur-Aitken en el lado de la luna que mira al espacio a las 8:23 am (AEST), según la Administración Espacial Nacional de China.

Esta exitosa misión es la segunda de China en el lado oscuro de la luna, una región a la que ningún otro país ha llegado.

La cara de la luna que mira perpetuamente lejos de la Tierra está marcada con cráteres profundos y oscuros, lo que hace que las comunicaciones y las operaciones de aterrizaje robótico sean más desafiantes.

Utilizando una pala y un taladro, el aterrizador Chang'e-6 buscará recolectar dos kilogramos de material lunar durante dos días y traerlo de vuelta a la Tierra.

Las muestras se transferirán a un propulsor de cohete en la parte superior del aterrizador, que lanzará nuevamente al espacio, se acoplará con otra nave espacial en órbita lunar y regresará, aterrizando en la región de Mongolia Interior de China alrededor del 25 de junio.

Si todo sale según lo planeado, la misión proporcionará a China un registro prístino de los 4.500 millones de años de historia de la luna y nuevos indicios sobre la formación del sistema solar.

También permitirá una comparación sin precedentes entre la región oscura y inexplorada con el lado mejor comprendido de la luna que mira hacia la Tierra.

El éxito llegó menos de 12 horas después de que un segundo intento de lanzamiento de la nueva cápsula espacial Starliner de Boeing, en su vuelo de prueba inaugural con astronautas de la NASA a bordo, fuera abortado con minutos de antelación por un sistema de aborto computarizado, según informaron los funcionarios de la misión.