China está experimentando una transformación en su sistema de pagos, abandonando el efectivo y las tarjetas bancarias a favor de aplicaciones de pago digital como WeChat y Alipay. Este cambio tiene como objetivo garantizar la autosuficiencia económica del país y evitar sanciones internacionales en caso de conflicto.
En Shanghai y Beijing, dos de las principales ciudades de China, los sistemas de pago digital han tomado el control.
Ya no es necesario usar tarjetas de crédito, débito o efectivo para realizar compras en la mayoría de los establecimientos, ya que los comerciantes aceptan solo aplicaciones de pago digital como WeChat y Alipay.
Cada día, más de un millón de personas caminan por calles como Nanjing Road en Shanghai, sin llevar encima dinero en efectivo.
Esto se debe a que los sistemas de pago digital chinos han ganado una posición dominante en el país, ofreciendo una forma rápida, eficiente y segura de realizar transacciones.
El uso de estas aplicaciones también está impulsando la economía china, al evitar la dependencia de sistemas internacionales de pago que podrían ser afectados por sanciones extranjeras.
China observó cómo las sanciones de los Estados Unidos afectaron a la economía de Rusia, congelando el acceso a cuentas bancarias y sistemas internacionales de transferencia de fondos.
Para evitar un escenario similar, China ha fortalecido sus sistemas de pago digital y desarrollado su propio sistema de pago en yuanes digitales, controlado por el gobierno.
El objetivo del gobierno chino es consolidar su poder sobre el sistema financiero del país y reducir la dependencia de las dos grandes empresas tecnológicas chinas, WeChat y Alipay.
A través del uso de aplicaciones de pago digital y el sistema de pago en yuanes digitales, el gobierno busca controlar y supervisar todas las transacciones financieras realizadas en el país.
Si bien esta transformación puede ser beneficiosa en muchos aspectos, también plantea preocupaciones sobre la privacidad de los datos y el control del gobierno sobre las finanzas de los ciudadanos.
Sin embargo, por el momento, los sistemas de pago digital están ganando popularidad en China, y es probable que continúen expandiéndose en el futuro.