Una intensa ola de calor en Europa ha provocado temperaturas que superan los 45 grados Celsius en algunos países, causando incendios forestales, víctimas mortales y desplazamientos masivos. La situación, que se ha agravado en países como España, Portugal, Grecia y Albania, mantiene en alerta a las autoridades y a la población.

Este fenómeno climático, presuntamente causado por el cambio climático y patrones atmosféricos atípicos, ha desencadenado una serie de #incendios forestales que afectan a numerosos países, incluyendo España, Portugal, Grecia y Albania.
En España, la situación es especialmente grave. Hasta la fecha, se han registrado más de 200 incendios activos en diferentes comunidades autónomas, quemando una superficie que supera las 105,000 hectáreas, lo que equivale a aproximadamente 260,000 acres en términos europeos.
Las temperaturas en regiones como Sevilla y Huelva superaron los 45 grados, siendo algunos de los picos más altos en la historia del país. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha declarado que esta ola de calor podría extenderse hasta principios de la próxima semana, con temperaturas que podrían mantenerse en niveles similares.
Portugal, por su parte, ha movilizado a cerca de 2,700 efectivos, junto con casi 900 vehículos y varias unidades aéreas, para combatir 71 focos de incendios rurales.
La autoridad de Protección Civil portuguesa ha informado que, a pesar de los esfuerzos, 26 de estos focos permanecen activos, y se han reportado varios heridos, aunque todos con heridas leves.
El primer ministro Luís Montenegro ha anunciado la extensión del estado de alerta hasta el próximo viernes, advirtiendo que las altas temperaturas y el riesgo de incendios seguirán siendo una amenaza en los días venideros.
En Grecia, el panorama es igualmente desolador. Durante las últimas 24 horas, se han registrado un total de 152 incendios activos en el país, con un fuerte viento que alcanza los 80 kilómetros por hora, lo que ha complicado aún más las labores de extinción.
El norte del Peloponeso, en particular, ha sido escenario de incendios fuera de control, afectando áreas industriales en la ciudad de Patras y forzando la evacuación de unas 7,500 personas en la región.
Hasta el momento, se han reportado tres víctimas mortales, incluyendo a dos turistas vietnamitas, lo que aumenta la gravedad de la situación.
Supuestamente, las autoridades griegas consideran que la alta peligrosidad en 10 regiones o islas se debe a la combinación de temperaturas extremas y vientos fuertes.
La supuesta ola de calor en los Balcanes, que ha llegado a los 41 grados en Albania y Macedonia del Norte, también ha contribuido a la propagación de los fuegos, que se han extendido rápidamente en áreas montañosas y aisladas, sin amenaza inmediata para las zonas pobladas.
El impacto de estos fenómenos extremos no se limita solo a la pérdida de vidas y patrimonio natural. Las evacuaciones masivas y la destrucción de áreas rurales y urbanas están dejando a miles de personas sin hogar y generando una crisis humanitaria que podría empeorar si las condiciones climáticas no cambian.
Las autoridades europeas, supuestamente, trabajan en coordinación para contener los incendios y mitigar los efectos del calor, pero la magnitud de la emergencia exige una respuesta internacional urgente.
Como la famosa ola de calor en #Europa en 2003
Desde un punto de vista histórico, esta ola de calor supera en intensidad a fenómenos similares ocurridos en el pasado, como la famosa ola de calor en Europa en 2003, que causó miles de muertes.
La persistencia de temperaturas elevadas, combinada con los vientos y las condiciones secas, hace que la situación sea particularmente peligrosa y difícil de controlar.
Además, los expertos advierten que el cambio climático está acelerando la frecuencia y gravedad de estos eventos extremos.
En resumen, Europa enfrenta una de las crisis ambientales más severas de los últimos tiempos debido a una ola de calor que ha exacerbado los incendios forestales y provocado múltiples víctimas y desplazamientos masivos.