El gobierno de Brasil ha alcanzado un importante acuerdo de compensación de 170 mil millones de reales (aproximadamente 46 mil millones de euros) con las empresas mineras BHP, Vale y Samarco, en relación con el trágico colapso de la presa en Mariana, ocurrido en 2015. Este evento se considera uno de los desastres ambientales más críticos en la historia del país sudamericano.

La ruptura de la presa, que era parte de la mina de mineral de hierro operada por Samarco, una sociedad conjunta entre Vale y BHP, desencadenó una devastadora ola de relaves que no solo dejó un saldo de 19 vidas perdidas, sino que también provocó el desplazamiento de cientos de personas, inundó zonas forestales y contaminó a lo largo del río Doce, el cual fluye hacia el océano.

La firma del acuerdo se llevó a cabo en Brasília, donde el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva expresó su compromiso para garantizar la justicia y la reparacion a las familias afectadas.

Según los términos del acuerdo, se especifica que la primera cuota, equivalente a 5 mil millones de reales (1.3 mil millones de euros), deberá ser abonada en un plazo de 30 días.

El acuerdo estipula el desembolso de 132 mil millones de reales, de los cuales 100 mil millones corresponden a 'nuevos recursos' que se deben pagar a las autoridades públicas en un horizonte de 20 años.

Además, los 32 mil millones restantes se destinarán a compensaciones para las personas afectadas y a acciones de reparación que seguirán siendo responsabilidad de las compañías mineras.

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Un hacker brasileño ha testificado en una audiencia parlamentaria que el entonces presidente Jair Bolsonaro le pidió que hackeara el sistema electoral del país para exponer supuestas debilidades antes de las elecciones presidenciales de 2022.

Esto se suma a los ya existentes 38 mil millones de reales que las mineras aseguran haber desembolsado desde el desastre.

Jorge Messias, procurador general del gobierno, comentó que los recursos obtenidos a través de este acuerdo permitirán a las autoridades locales reparar las pérdidas financieras de las familias que sufrieron las consecuencias de la tragedia.

Asimismo, se usarán para fomentar acciones de recuperación ambiental en las áreas afectadas, tanto en el estado de Minas Gerais, donde ocurrió el colapso, como en Espírito Santo, por donde transitaba el río Doce.

Los pagos anuales están programados hasta 2043, variando entre 7 mil millones de reales en 2026 y 4.41 mil millones de reales en la última cuota.

Messias afirmó: "Estos recursos nos permitirán proporcionar justicia en la reparación a las familias directamente afectadas, además de impactar en diversas áreas, no solo en la recuperación del medio ambiente, sino también en la reactivación de actividades económicas, la salud y la infraestructura".

Este acuerdo llega en un contexto en el que Brasil busca cerrar las heridas de uno de los peores desastres ambientales de su historia y avanzar en la reconstrucción de una región que todavía sufre las secuelas de la devastación.

La tragedia de Mariana nos recuerda la importancia de la regulación en la industria minera y la necesidad de salvaguardar el medio ambiente para evitar que incidentes de esta magnitud se repitan.