En un acto en Pittsburgh, Joe Biden cedió la palabra a Kamala Harris, quien se presentó como la figura central de la campaña, destacando el apoyo al movimiento laboral y la importancia de los sindicatos.

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En un evento de campaña celebrado en Pittsburgh, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mostró que el Partido Demócrata está cada vez más a manos de la vicepresidenta Kamala Harris.

En lugar de dirigirse al público como solía hacerlo al inicio de su campaña, Biden optó por presentar a su compañera de fórmula, resaltando su importancia dentro del equipo.

"Amigos, hemos logrado mucho progreso y Kamala y yo vamos a continuar con ese avance, y ella va a desempeñar un papel fundamental en ello", expresó Biden mientras se dirigía a los asistentes en un salón de sindicatos locales.

Este acto se realizó en un contexto donde el apoyo de los sindicatos es esencial para el éxito electoral del partido, especialmente con la inminente competencia contra el ex presidente Donald Trump, que se anticipa será reñida.

La interacción entre Biden y Harris durante el evento fue cálida, aunque el presidente pareciera reticente a adoptar completamente un rol secundario.

Durante más de 24 minutos, Biden habló, dedicando más tiempo a sus logros y a las políticas de su administración que a resaltar el papel que Harris ha desempeñado.

Esto plantea interrogantes sobre cómo se manifestará su colaboración en el futuro cercano.

Cuando finalmente invitó a Harris a dirigirse a la multitud, el ambiente se tornó efervescente; los asistentes comenzaron a corear el nombre de la vicepresidenta mientras juntos aplaudían su llegada.


Después de un emotivo gesto donde Biden besó a Harris en la frente, ella tomó el micrófono, agradeciendo el apoyo mostrado.

"Por favor, démosle una vez más un fuerte aplauso a nuestro presidente, Joe Biden", dijo Harris antes de ofrecer un discurso que celebraba tanto el movimiento sindical como el apoyo que la administración Biden ha brindado a los sindicatos.

"Estamos muy orgullosos de ser la administración más pro-sindical en la historia de América", enfatizó Harris, destacando un compromiso que podría ser decisivo para atraer votos en el entorno actual.

Históricamente, los sindicatos han desempeñado un papel crucial en la política estadounidense, representando a millones de trabajadores y influenciando elecciones.

La retórica a favor de los sindicatos podría ser una estrategia clave no solo para consolidar una mayor base de apoyo en el presente, sino también para tener un impacto duradero en la economía y en la política laboral del país.

El desafío ahora queda en cómo Harris y Biden unirán fuerzas para continuar impulsando la agenda del partido mientras navegan el escenario electoral de 2024.