El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha rechazado la última oferta de alto el fuego de Hamás para asegurar la liberación de los rehenes aún retenidos en la franja de Gaza, afirmando que la victoria total sobre Hamás es la única solución para la guerra en Gaza.

En un conferencia de prensa, Netanyahu renovó su promesa de destruir el movimiento islamista palestino, afirmando que no hay alternativa para Israel más que provocar el colapso de Hamás.

Según él, 'el día después es el día después de Hamás.

Todo Hamás'. Israel ha dejado claro que no retirará sus tropas de Gaza ni pondrá fin a la guerra hasta que Hamás sea eliminado por completo.

La oferta de Hamás era un alto el fuego de 4 meses, durante el cual todos los rehenes serían liberados, Israel retiraría sus tropas de la Franja de Gaza y se llegaría a un acuerdo para poner fin a la guerra.

Sin embargo, un funcionario no identificado citado por el canal de televisión israelí Channel 13 dijo que algunos aspectos de la propuesta no eran aceptables y que estaban debatiendo si rechazarla o buscar modificaciones.

La propuesta de Hamás fue una respuesta a una propuesta anterior presentada por los jefes de espionaje de Estados Unidos e Israel, que fue entregada a Hamás la semana pasada por mediadores de Catar y Egipto.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, discutió la oferta con Netanyahu después de llegar a Israel tras reunirse con los líderes de Catar y Egipto.

Blinken se reunió más tarde con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en Ramallah.

Aunque existen grandes diferencias entre las partes, Hamás ha adoptado un nuevo enfoque sobre su antigua demanda de poner fin a la guerra, al proponer que esto sea un tema a resolver en futuras conversaciones en lugar de un prerrequisito para un alto el fuego.