Los suburbios del sur de Beirut enfrentan un éxodo masivo de residentes debido al intensificado bombardeo israelí en la región, donde Hezbollah tiene una fuerte presencia.

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La situación en los suburbios del sur de Beirut, conocidos como Dahiyeh, es cada vez más desoladora.

Las calles, que solían estar llenas de tráfico y vida, ahora presentan un panorama inquietante: casi desiertas, con solo ecos lejanos de la actividad que alguna vez fue su rutina.

En un área donde los cafés eran el centro de conversaciones políticas y sociales, hoy únicamente se pueden ver escombros y señales de destrucción.

Las aceras, que antes estaban adornadas con sillas de bistró, ahora están cubiertas de fragmentos de vidrio y trozos de concreto.

La mayoría de los negocios han cerrado, y las viviendas sobre ellos están deshabitadas, creando una atmósfera de vacío y miedo.

Recientemente, una serie de bombardeos aéreos israelíes ha convertido a este vibrante vecindario en un lugar fantasma.

En los últimos días, la gran parte de los residentes ha abandonado sus hogares para escapar de la intensificación de los ataques.

Dahiyeh, caracterizada por su mayoría chiita y su estrecha relación con el movimiento Hezbollah, ha sido un blanco frecuente.

Las autoridades israelíes han afirmado que estos ataques están dirigidos a miembros de Hezbollah, quienes, en respuesta a un ataque perpetrado por Hamas contra Israel el 7 de octubre del año pasado, comenzaron a disparar hacia posiciones israelíes.

El pasado viernes fue un día sombrío, ya que se informó del fallecimiento del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en uno de los bombardeos en Dahiyeh.

La noticia ha dejado a muchos habitantes de Beirut en estado de shock, mientras que en el fondo crece la inquietud que sugiere que este conflicto podría arrastrar a toda la ciudad a una guerra más amplia.


Hasta la fecha, decenas de civiles han perdido la vida a causa de estos ataques, según reportes de las autoridades sanitarias libanesas.

Además, miles han dejado Dahiyeh tras recibir alertas de evacuación por parte de Hezbollah, que cuenta con un fuerte apoyo entre la población de la región.

Mientras algunos residentes han encontrado refugio en los hogares de familiares en otros sectores de Beirut, otros no han tenido más opción que dormir en aceras, playas y parques públicos, buscando desesperadamente un lugar seguro donde esperar que la tormenta pase.

La historia de Dahiyeh no es nueva, ya que este área ha sido un punto crucial en la geopolítica de la región debido a la influencia de Hezbollah y sus interacciones con otros actores como Israel.

Este papel ha contribuido a que Dahiyeh sea un lugar de residencia difícil para muchos, ya que las tensiones políticas y militares continúan fluctuando.

En los últimos años, la comunidad internacional ha tenido sus ojos puestos en el Líbano, especialmente debido a la búsqueda de una solución al conflicto del Medio Oriente, pero eventos recientes han reavivado temores de una escalada del conflicto.

La situación actual es un recordatorio trágico de las repercusiones que los conflictos podrían tener sobre la vida cotidiana de las personas.

Las historias de las familias que huyen, los edificios destruidos y la vida que una vez fue vibrante en Dahiyeh están marcadas por la incertidumbre y el sufrimiento, mientras esperan un final pacífico a esta crisis humanitaria.