Dos prisioneros malasios en Guantánamo se declararon culpables de conspirar en los atentados de 2002 en Bali, Indonesia, que dejaron 202 muertos. Las declaraciones de culpabilidad son un avance para los fiscales de la comisión militar de Estados Unidos.

Imagen relacionada de prisioneros malasios guantanamo culpables atentados bali

Dos prisioneros malasios en la prisión de Guantánamo se declararon culpables de conspirar en los atentados del nightclub en la isla de Bali, Indonesia, en octubre de 2002, en los que fallecieron 202 personas, incluyendo 88 australianos.

Estas declaraciones de culpabilidad son un importante paso en un proceso que comenzó hace 18 años, cuando los hombres, Mohammed Farik Bin Amin, de 48 años, y Mohammed Nazir Bin Lep, de 47 años, fueron capturados en Tailandia.

La sentencia se llevará a cabo la próxima semana.

Las declaraciones de culpabilidad también se consideran un avance para los fiscales de la comisión militar de Estados Unidos, quienes han estado buscando acuerdos para resolver casos que involucran a antiguos prisioneros de la CIA. Las conversaciones similares con los acusados de los atentados del 11 de septiembre de 2001 terminaron el año pasado después de que la administración Biden rechazara considerar las condiciones de atención médica y confinamiento solicitadas por los prisioneros.

Ambos acusados fueron detenidos durante años en la red de prisiones secretas en el extranjero de la CIA. En 2006, fueron trasladados a la prisión de Guantánamo para ser juzgados en el tribunal especial de seguridad nacional establecido por el entonces presidente George W. Bush después de los ataques del 11 de septiembre.

Según sus abogados, mientras estaban bajo custodia de la agencia, fueron sometidos a torturas, al igual que su presunto líder, Encep Nurjaman, un prisionero indonesio conocido como Hambali.


Al declararse culpables, Bin Amin y Bin Lep acordaron testificar contra Hambali, el antiguo líder del movimiento Jemaah Islamiyah, una afiliada de Al Qaeda en el sudeste asiático.

Según los cargos, fueron tenientes o soldados rasos reclutados por Hambali para participar en atentados suicidas contra objetivos estadounidenses, que nunca se llevaron a cabo.

Dependiendo del testimonio que proporcionen, los fiscales podrían evitar la necesidad de usar declaraciones hechas por Hambali después de ser torturado por la CIA. La cuestión de si las confesiones que los prisioneros hicieron después de años de detención por la CIA están contaminadas por la tortura ha dificultado los esfuerzos para iniciar los juicios por los atentados del 11 de septiembre y el bombardeo del USS Cole durante más de una década.

Ambos prisioneros llevaban túnicas y pantalones tradicionales en el tribunal y se sentaron en silencio principalmente, escuchando los procedimientos a través de la traducción al malayo.

Sus abogados presentaron declaraciones de culpabilidad en su nombre.

Las declaraciones de culpabilidad no mencionaron ningún vínculo con el atentado con coche bomba de un hotel Marriott en Yakarta, Indonesia, en agosto de 2003, en el cual murieron 11 personas, por el cual inicialmente fueron acusados.

Los fiscales también retiraron los cargos de terrorismo, ataque a civiles y objetos civiles, e intento de asesinato como parte de los acuerdos de declaración de culpabilidad.