Las autoridades policiales de Indonesia han cambiado de rumbo en su investigación sobre un spa de masajes en Bali, que supuestamente ofrecía servicios sexuales de manera ilegal.

En un giro inesperado, la policía ha decidido buscar entrevistar a Ricky Olarenshaw, un exjugador de fútbol australiano, junto a tres de sus compatriotas, quienes están supuestamente conectados con el establecimiento conocido como Flame Spa Bali.

Este spa fue clausurado en septiembre pasado tras un operativo policial.

Olarenshaw, que es conocido por ser parte del equipo Essendon, ha visto su nombre mencionado en un contexto poco favorable.

Su esposa balinesa, Ni Ketut Sri Astari Sarnanitha, mejor conocida como Nitha, lo ha acusado de ser el líder de las operaciones en el spa.

A día de hoy, Nitha se encuentra bajo custodia tras perder un recurso legal que cuestionaba la legalidad de su arresto.

El equipo legal de Nitha sostiene que, a pesar de que su nombre aparece en los documentos del negocio, Olarenshaw y sus socios australianos son los verdaderos dueños del spa.

Según las acusaciones, Nitha habría sido utilizada como una figura pública para evadir las estrictas leyes de inversión extranjera en Indonesia, que exigen que los propietarios extranjeros deben aportar cerca de 1 millón de dólares (aproximadamente 930.000 euros) en capital.

A pesar de la presentación de fotografías que supuestamente muestran a los australianos recibiendo grandes sumas de dinero como pagos de dividendos, la policía de Bali optó por no interrogar a estas personas y limitó la investigación únicamente a Nitha y otra mujer indonesia, basándose en que sus nombres figuraban en los documentos oficiales.

Durante más de dos meses desde la redada, un fuente policial de alto rango ha confirmado que la investigación sigue en curso y que están buscando contactarse nuevamente con Olarenshaw y sus amigos, quienes podrían ser clave para desentrañar la verdad detrás de las acusaciones.

Las actividades de Flame Spa Bali han generado una gran controversia, no solo en Indonesia, sino a nivel internacional, siendo un claro ejemplo de la tensión entre las autoridades locales y la comunidad expatriada.

La isla de Bali, conocida por su turismo y su cultura vibrante, se enfrenta a un dilema en la que conviven una parte de sus negocios basada en el entretenimiento nocturno y el respeto a las leyes locales.

El caso ha suscitado un intenso debate sobre la regulación de los negocios orientados al turismo en Indonesia, así como las leyes sobre inversiones extranjeras que afectan a muchos emprendedores.

La situación actual de Nitha y el desarrollo de la investigación reflejan la complejidad de las dinámicas entre los ciudadanos indonesios y extranjeros en el contexto de una economía que busca atraer inversiones pero a la vez es cautelosa con sus regulaciones.

Por lo tanto, el aguardo de los interrogatorios y el desarrollo de este caso sigue captando la atención de los medios y de la comunidad internacional, mientras se examinan las implicaciones más amplias de estas acusaciones sobre el sector turístico en Bali.