Azerbaiyán ha enviado tropas respaldadas por ataques de artillería a la región controlada por Armenia de Nagorno-Karabaj en un intento de someter la región separatista por la fuerza, aumentando la amenaza de una nueva guerra con su vecino. La Unión Europea, Francia y Alemania condenaron la acción militar de Azerbaiyán y pidieron que vuelva a retomar las conversaciones sobre el futuro de Karabaj con Armenia.
El martes, Azerbaiyán lanzó un asalto militar a Nagorno-Karabaj con el objetivo de someter la región separatista por la fuerza, lo que ha elevado el riesgo de una nueva guerra con Armenia.
Nagorno-Karabaj es una zona montañosa en la volátil región del Cáucaso Sur, reconocida internacionalmente como territorio azerbaiyano.
Sin embargo, una parte de la región está bajo el control de las autoridades separatistas armenias, quienes alegan que es su hogar ancestral.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó a Azerbaiyán a detener de inmediato su operación militar, ya que está empeorando una situación humanitaria ya de por sí grave en Karabaj.
Esto hace referencia al bloqueo de facto impuesto por Bakú a la región.
La Unión Europea, Francia y Alemania también condenaron la acción militar de Azerbaiyán y llamaron a retomar las conversaciones sobre el futuro de Karabaj con Armenia.
Fuentes en redes sociales han compartido vídeos del martes en los que se escuchan fuertes y repetidos bombardeos en Stepanakert, la capital de Karabaj, conocida como Khankendi por Azerbaiyán.
Hikmet Hajiyev, asesor de política exterior del Presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, afirmó que Bakú ha desplegado fuerzas terrestres que han logrado romper las líneas armenias y alcanzar algunos de sus objetivos principales.
Sin embargo, las fuerzas separatistas armenias negaron estas afirmaciones.
Un comunicado del Ministerio de Defensa de Bakú afirmó que hasta el momento las fuerzas azerbaiyanas han tomado más de 60 puestos militares y destruido alrededor de 20 vehículos militares con otro equipamiento.