Las playas de Waitpinga y Parsons en Australia del Sur han sido cerradas tras la aparición de una extraña espuma y un aumento en la mortalidad de peces. Las autoridades investigan un posible vínculo con un brote de enfermedad entre los visitantes.

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Las playas de Waitpinga y Parsons en el estado de Australia del Sur han sido cerradas al público debido a la aparición de una espuma inusual que las autoridades consideran potencialmente peligrosa.

Este fenómeno se ha asociado con la muerte de numerosos peces en la zona y un brote de síntomas de gripe entre los visitantes. Las investigaciones continúan para determinar la naturaleza de esta espuma y su posible vínculo con la salud pública.

Según reportes de la cadena pública ABC, varios individuos que visitaron estas playas durante el fin de semana han informado de problemas de salud, tales como tos, irritación ocular y dolor de garganta.

La espuma, que se extiende por cientos de metros a lo largo de la costa, ha levantado preocupación entre los organismos de salud y medio ambiente, llevando al Departamento de Salud a unirse a las pesquisas junto con el Departamento de Industrias Primarias y Regiones.

Los balnearios de Waitpinga y Parsons, ubicados dentro del Parque de Conservación Newland Head, han sido foco de atención tras la difusión de imágenes en redes sociales que muestran peces muertos y dragones marinos frondosos en las playas.

Más de 100 surfistas han reportado síntomas de malestar, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas drásticas al cerrar temporalmente estas áreas recreativas.

Este tipo de situaciones no son nuevas en la historia de Australia. En enero, la ciudad de Sídney se vio obligada a cerrar nueve de sus playas debido a la aparición de pequeñas bolas de escombros, un evento que se había registrado de forma similar en octubre del año pasado.

En ese momento, se determinó que estas bolas estaban compuestas principalmente de ácidos grasos e hidrocarburos de petróleo, lo que generó una alerta sobre la calidad del agua en las playas.

Las autoridades locales han señalado que la muerte de peces en las playas puede deberse a factores ambientales, como cambios en la temperatura del agua, la falta de lluvia o la calidad del agua, que incluye salinidad y niveles de oxígeno.

Sin embargo, la aparición de esta espuma y el malestar reportado por los bañistas han llevado a una investigación más exhaustiva.

Los surfistas y bañistas que frecuentaban estas playas han expresado su preocupación por su salud y el impacto ambiental de estos fenómenos. La combinación de factores como la contaminación y las condiciones climáticas ha sido motivo de análisis por parte de expertos, quienes advierten sobre la necesidad de monitorear la calidad del agua y el ecosistema marino en estas áreas.

Mientras las autoridades trabajan para entender la causa de estos eventos, la comunidad local se mantiene alerta y espera que se tomen las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de los visitantes y la conservación del entorno natural.

La situación actual en Waitpinga y Parsons es un recordatorio de la fragilidad del ecosistema marino y la importancia de preservar la salud pública en nuestras costas.