Un reciente análisis de una copa del siglo II a.C. en el Museo de Arte de Tampa ha encontrado trazas de plantas alucinógenas, sugiriendo su uso en rituales de fertilidad.

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En un hallazgo sorprendente que está dando de qué hablar en el ámbito de la arqueología, un nuevo estudio ha revelado que una copa egipcia del siglo II a.C. en el Museo de Arte de Tampa contiene restos de plantas alucinógenas.

Este descubrimiento se realizó gracias a un detallado análisis llevado a cabo por arqueólogos y químicos, quienes, junto a Branko van Oppen de Ruiter, curator de exposiciones griegas y romanas en el museo, publicaron sus hallazgos en la revista Scientific Reports.

El estudio destaca que la copa, que presenta la imagen de Bes, un dios antiguo conocido por su aspecto peculiar y su afición a los festejos, es la primera evidencia química que indica que los antiguos egipcios podrían haber consumido sustancias alucinógenas, posiblemente en el contexto de rituales de fertilidad.

Van Oppen, quien se encontraba trabajando de forma remota desde los Países Bajos debido a las restricciones provocadas por la pandemia de coronavirus, se percató de la existencia de esta copa en el inventario del museo y quedó intrigado, sobre todo porque había trabajado previamente en el museo Allard Pierson de Ámsterdam, que alberga una copa idéntica.

Estos hallazgos contribuyen a un cuerpo creciente de evidencia que sugiere que las civilizaciones de la región mediterránea eran tan conscientes de las propiedades de los alucinógenos como sus contrapartes mesoamericanas.

Investigaciones recientes han demostrado que griegos y romanos también podían haber consumido plantas con propiedades psicotrópicas, en busca de estados espirituales elevados o como parte de tratamientos médicos.


El dios Bes, en la mitología egipcia, está asociado a la fertilidad y es conocido por su carácter travieso.

Se le describe como un bebedor de cerveza y un provocador, capaz de responder a las súplicas de los mortales.

Según Bob Bianchi, curador en jefe del Museo Egipcio Antiguo de Tokio, quien no participó en este estudio, es “plausible” que los egipcios utilizaran estas copas en rituales psicotrópicos.

Los antiguos egipcios valoraban mucho la cerveza, y evidencias históricas indican que conocían las propiedades alucinógenas de algunas plantas de su entorno.

Esto refuerza la idea de que existió un conocimiento profundo sobre la naturaleza y sus efectos en su cultura.

Sin embargo, hasta ahora no se había encontrado evidencia concreta de que consumieran tales plantas.

Actualmente, existen alrededor de 15 copas idénticas a la de Tampa en colecciones de museos de todo el mundo, cada una mostrando la imagen de Bes.

Estos objetos, creados a partir de moldes, probablemente tuvieron un uso extendido en sociedades antiguas, incluyendo rituales.

Mientras los estudios continúan, el descubrimiento de la copa del Museo de Arte de Tampa invita a una reevaluación de las prácticas culturales y espirituales de los antiguos egipcios.