Los activistas de la Flotilla Sumud regresaron a Turquía y relataron supuestos abusos y maltratos durante su arresto en Israel, incluyendo privación de comida y golpes a Greta Thunberg.

La llegada fue marcada por protestas y denuncias sobre las condiciones en las que supuestamente fueron detenidos por las autoridades israelíes, quienes presuntamente les privaron de comida y agua durante más de un día.
Según los relatos de los activistas, las condiciones de su arresto fueron extremadamente duras. Aseguran que estuvieron con las manos atadas a la espalda, sin acceso a líquidos ni alimentos durante aproximadamente 36 a 40 horas. Incluso, algunos de ellos intentaron beber agua del inodoro por la falta de otras opciones. La situación generó una gran tensión entre los detenidos, quienes también se quejaron de los reiterados registros corporales y revisiones médicas, incluyendo inspecciones en los dientes, presuntamente con fines de intimidación.
Al llegar a Estambul, los activistas se quitaron los uniformes que, según afirmaron, las autoridades israelíes les obligaron a vestir, y en señal de protesta corearon consignas como “Palestina libre”.
La activista turca Aycin Kantoglu narró que cuando varias mujeres les quitaron sus pañuelos, otras se despojaron de sus camisetas para ayudarlas a cubrirse la cabeza, en un acto de solidaridad y resistencia.
Uno de los puntos más alarmantes fue la supuesta agresión física contra la activista sueca Greta Thunberg. Según las declaraciones de Kantoglu, Thunberg fue esposada, le colocaron a la fuerza una bandera israelí en las manos y, presuntamente, fue golpeada durante el proceso.
La activista afirmó que Thunberg fue sometida a torturas graves, siendo arrastrada por el suelo y forzada a besar una bandera israelí, en un acto que calificó como una clara muestra de violencia y desprecio hacia su integridad.
“Nos hicieron múltiples registros corporales, incluso revisaron nuestros dientes, con la intención de intimidarnos. Sin embargo, no lograron quebrar nuestra voluntad”, declaró Kantoglu en una entrevista con el canal local NTV. Además, otro activista turco, Ersin Celik, afirmó a CNNTürk que Greta fue torturada de manera grave, y que los agentes intentaron criminalizar a toda la flotilla a través de ella.
“Es solo una niña, pero la atacaron deliberadamente, arrastrándola por el suelo. Trataron de forzarla a besar la bandera israelí, lo cual es una clara muestra de su actitud hostil”, añadió.
Supuestamente, estas acusaciones se suman a una serie de incidentes que han generado atención internacional, en medio de la tensión en la región. La flotilla, que llevaba ayuda humanitaria y activistas, pretendía llamar la atención sobre la situación en Gaza y Palestina, en un momento en que las relaciones entre Israel y varios países de la región permanecen tensas.
Históricamente, la flotilla Sumud ha sido un símbolo de resistencia y solidaridad con los palestinos, participando en varias expediciones similares desde hace años.
La tensión entre Israel y activistas internacionales no es nueva, pero los recientes incidentes parecen marcar un punto álgido en la forma en que las autoridades israelíes manejan este tipo de acciones.
La comunidad internacional ha pedido una investigación imparcial sobre las denuncias de abusos y malos tratos, mientras que las autoridades israelíes aún no han emitido una versión oficial detallada sobre lo ocurrido.
Los activistas retornaron a #Turquía con heridas emocionales y físicas
En conclusión, los activistas retornaron a Turquía con heridas emocionales y físicas, y con la esperanza de que sus testimonios ayuden a visibilizar lo que presuntamente ocurrió durante su detención en Israel.