Un trágico accidente aéreo tuvo lugar en Katmandú, la capital de Nepal, el miércoles por la mañana, cuando un avión de la aerolínea Saurya se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Tribhuvan.

Este desafortunado incidente dejó un saldo de 18 personas muertas y un piloto que logró sobrevivir, pero con lesiones.

Según el oficial de policía Basanta Rajauri, los equipos de emergencia localizaron y recuperaron los cuerpos de todas las víctimas poco tiempo después del accidente.

El piloto, quien es el único sobreviviente, fue trasladado al Hospital de la Facultad de Medicina de Katmandú para recibir tratamiento.

De acuerdo con un médico del establecimiento, que prefirió permanecer en el anonimato, el piloto presenta heridas en los ojos, pero no corre peligro para su vida.

El accidente ocurrió alrededor de las 11:11 AM (hora local), cuando el avión tenía como destino la popular localidad de Pokhara, conocida por sus impresionantes paisajes naturales y su cercanía al macizo del Annapurna.

Al parecer, el avión había despegado y girado a la derecha antes de caer en la sección este del aeropuerto.

Las autoridades han procedido a realizar autopsias en los cuerpos de las víctimas, que fueron trasladados al Hospital Universitario T.U. en Katmandú. Según el manifiesto de la aerolínea, el avión llevaba dos pilotos y 17 pasajeros, entre los cuales solo una mujer fue identificada.

Doce pasajeros hospitalizados tras incidente en vuelo entre Sydney y Auckland

Un pasajero se encuentra en estado grave y once más están hospitalizados después de que su avión cayera repentinamente en vuelo entre Sídney y Auckland el lunes por la tarde. El vuelo LA800 de la aerolínea chilena Latam fue el afectado.

El resto de los pasajeros y la tripulación eran nacionales nepaleses, a excepción de una persona cuyo origen no se especificó.

El Aeropuerto Internacional Tribhuvan, principal puerto aéreo del país, ha permanecido cerrado desde el accidente mientras los equipos de emergencia y los investigadores realizan las diligencias necesarias.

Aunque la temporada de monzones está activa en Katmandú, las condiciones climáticas eran relativamente favorables al momento del siniestro, aunque la visibilidad era limitada.

Este tipo de accidentes no son raros en Nepal, donde la geografía montañosa y las condiciones meteorológicas adversas complican la actividad aérea.

En el pasado, varios siniestros aéreos han costado la vida a numerosos pasajeros, lo que ha llevado a un examen más riguroso de las normas de seguridad y mantenimiento de las aeronaves.

La industria aérea nepalesa ha enfrentado críticas por su historial en seguridad, lo que subraya la necesidad de mejoras significativas en este sector.

La tragedia del miércoles recuerda la vulnerabilidad de las operaciones aéreas en áreas con desafíos geográficos.

Las familias de las víctimas están recibiendo apoyo emocional mientras que las autoridades trabajan en esclarecer las causas del accidente.