La ciudad de La Coruña desarrolla un proceso participativo para optimizar su servicio de transporte público, incluyendo propuestas como ampliación de rutas, autobuses eléctricos y mejoras en accesibilidad, con la colaboración de vecinos y representantes municipales.

En la ciudad de La Coruña, ubicada en la región de Galicia, se han llevado a cabo nuevas sesiones del programa Encontros de Barrio en el marco de una iniciativa del Concello para mejorar el transporte público local.
La última reunión tuvo lugar en el Fórum Metropolitano y forma parte de un proceso participativo que busca recoger las opiniones y propuestas de los residentes para optimizar el servicio de autobuses en diferentes distritos.
El objetivo principal de esta iniciativa es adaptar el transporte urbano a las necesidades reales de la ciudadanía, promoviendo un diálogo abierto entre los vecinos y las autoridades responsables.
La concejala de Infraestruturas e Mobilidade, Noemí Díaz, acompañada por los ediles Diana Cabanas y Manuel Vázquez, expresó al inicio de la sesión su agradecimiento a los asistentes y subrayó la importancia de estos espacios de colaboración para definir soluciones que beneficien a la comunidad.
Durante el encuentro, se abordaron varias propuestas que incluyen la ampliación de las rutas de autobús y el incremento de la frecuencia de paso en horarios punta, con el fin de reducir los tiempos de espera para los usuarios.
También se discutió la instalación de marquesinas inteligentes, equipadas con tecnología para ofrecer información en tiempo real, y la incorporación de autobuses eléctricos en la flota, una medida que contribuye a reducir las emisiones contaminantes.
Asimismo, los participantes sugirieron disminuir las paradas innecesarias para acortar los tiempos de trayecto, además de mejorar la accesibilidad en las estaciones para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.
Estas ideas se complementan con datos presentados por el equipo técnico del estudio de movilidad, que analizó los patrones de desplazamiento en el distrito 3, que incluye zonas como Falperra y Catro Camiños.
El distrito 3 tiene una población estimada de aproximadamente 23.000 habitantes y cuenta con 18 líneas de autobús que operan en la zona, con un total de 107 paradas distribuidas estratégicamente para atender a la comunidad.
La alcaldesa comentó que escuchar directamente a la población permite ajustar las decisiones para cuando se licite un nuevo contrato de transporte, garantizando un servicio acorde a las expectativas y necesidades reales.
Es importante destacar que, aunque la sesión se realizó en el Fórum Metropolitano, situada en el distrito 7, los datos y análisis corresponden al distrito 3, que comprende zonas como San Diego, Os Castros y Monelos, con una población de aproximadamente 60.000 habitantes. En la encuesta realizada durante el encuentro, se reveló que un 20% de los asistentes residen en el distrito 3, mientras que un 53% corresponden al distrito 7, y un 24% utilizan el autobús con regularidad durante la semana.
Según la valoración de los participantes, el aspecto mejor calificado fue el precio del transporte, con una puntuación media de 7 en una escala del 1 al 10.
La accesibilidad a las paradas recibió un 5, la calidad de las mismas un 4,9, y la información proporcionada sobre horarios y rutas también obtuvo un 5.
Sin embargo, aspectos como la frecuencia de las líneas (valorada en 4,1) y la intermodalidad (valorada en 3,6) mostraron avances necesarios, señalando áreas donde futuras mejoras pueden ser implementadas.
El ciclo de Encontros de Barrio continuará con varias sesiones programadas en diferentes puntos de la ciudad. La próxima cita será el 10 de junio en el centro cívico de Eirís a las 18:30 horas. Los interesados en participar en estas reuniones pueden inscribirse a través del enlace facilitado en la página web oficial del proceso participativo: 'Proceso participativo para el autobús de La Coruña'.
Estas iniciativas reflejan el compromiso del Concello en hacer del transporte público un servicio más eficiente, accesible y ecológico, adaptado a las demandas actuales y futuras de los vecinos.
La experiencia previa en otras ciudades europeas evidencia que la participación ciudadana en la planificación del transporte puede resultar en soluciones más sostenibles y aceptadas por la comunidad, fomentando un uso responsable y consciente del sistema de movilidad urbana.