En La Coruña, Galicia, el concejal de Urbanismo, Rehabilitación y Vivienda, Francisco Díaz Gallego, presidió esta mañana la mesa sectorial creada desde el Concello con todos los representantes de entidades afectadas por el desarrollo de las viviendas de uso turístico (VUT). Estuvieron presentes Luisa Varela y Juan Manuel Iglesias en representación de la Federación de Asociaciones Vecinales, Juan José Yáñez por parte de Aproinco, Lisardo Núñez y Rafael Serrano por parte de Aviturga, Agustín Collazo por Hospeco, Teresa Suárez Agrasar del Colegio Oficial de Administradores de Fincas, Patricia Vérez y Esperanza González del Colegio Oficial de Propiedad Inmobiliaria, Ruth Varela del COAG y Miguel López por parte de la Asociación de Consumidores.

En la reunión de la mesa, la tercera que tiene lugar, el concejal explicó los pasos que está dando el Gobierno de Inés Rey para establecer una regulación de las VUT. Desde este mes y hasta finales de julio, indicó Díaz Gallego, el Concello enviará las notificaciones correspondientes a los 1.277 propietarios de viviendas turísticas que constan en la ciudad, notificaciones en las que se les indica la necesidad de darse de alta como actividad económica y se les explica la normativa municipal para dichas viviendas.

La normativa municipal limita desde el Plan General de 2013 la instalación de VUT, que deben cumplir unos requisitos.

Así, en zona Pepri solo podrán ocupar edificios completos y plantas bajas o siguientes vinculadas a la baja.

En el resto de la ciudad, en planta baja y primera.

Todas las partes reunidas hoy en las dependencias de Urbanismo coincidieron en la necesidad de avanzar en una regulación del sector que debe hacerse lo antes posible.

Las distintas entidades se comprometieron a enviar por escrito sus propuestas durante el mes de julio, con el objetivo de volver a convocar una reunión en septiembre en la que debatir sobre un bosquejo de la ordenanza reguladora.

'Nuestra intención es escuchar a todas las partes y tener en cuenta todas las sensibilidades a la hora de establecer un reglamento, teniendo en cuenta, en todo caso, que un reglamento es necesario para evitar que las viviendas de uso turístico puedan convertirse en un problema para la convivencia vecinal y para el mercado del alquiler', indicó Díaz Gallego.