La alcaldesa Inés Rey inauguró un nuevo parque infantil en La Coruña, parte de las obras de reconfiguración del Paseo Marítimo, que también incluyen nuevas áreas deportivas y verdes.
En La Coruña, Galicia, la alcaldesa Inés Rey visitó esta mañana el nuevo parque infantil de los Pelamios, una de las principales infraestructuras creadas en el marco de las obras de humanización del sector este del Paseo Marítimo, una intervención con la que el Ayuntamiento acometió la reconfiguración del tramo comprendido entre el viaducto de las Ánimas y el cementerio de Santo Amaro.
Rey valoró la nueva imagen del paseo en el kilómetro y medio donde se llevaron a cabo los trabajos, recuperando espacios 'que le dan una segunda vida a este balcón al océano que es el Paseo Marítimo, un recorrido ideal para caminar, fomentar la práctica del deporte al aire libre y también para el ocio de la ciudadanía'.
Basándose en esta idea, el Ayuntamiento aprovechó la superficie disponible junto a la ensenada de los Pelamios para construir el nuevo parque infantil, que cuenta con una amplia diversidad de juegos, ya dispuestos para el uso y disfrute de los niños: redes de trepa, resbaladillas y espacios ideados para el desarrollo sensorial de los pequeños.
Parte del parque está configurado como si fuera una colina, lo que permitió habilitar un tobogán y también varios mini-túneles.
La alcaldesa señaló que 'la creación de esta infraestructura forma parte de nuestro plan para recuperar el borde litoral de la ciudad con nuevos espacios públicos en los que las personas sean las protagonistas', y destacó que el nuevo parque infantil de los Pelamios dará servicio, por ejemplo, 'a la vecindad de Orillamar y también a las personas residentes en el sector oriental de la Ciudad Vieja'.
Desde el parque infantil de la Mariña, en dirección a la Torre, bordeando la costa este del Paseo, solo encontraremos dos instalaciones de este tipo: una, pequeña, entre la calle Orillamar y el lateral oeste del cementerio de Santo Amaro; y otra, en Durmideiras, en la que se llevaron a cabo mejoras recientemente.
Son espacios que, por su ubicación, con poca superficie disponible en su entorno, no podrían ser ampliados en exceso.
Por ello se valoró la construcción de este parque infantil, que dota a Orillamar de una infraestructura necesaria', expuso Inés Rey.
El Paseo Marítimo cuenta, tras las obras, con una nueva área de calistenia.
La alcaldesa apuntó, además, que las mejoras en el sector este del Paseo Marítimo incluyeron la creación de una nueva área de calistenia, un espacio destinado a la práctica deportiva al aire libre, 'que refuerza la apuesta del Gobierno municipal en este ámbito'. Rey recordó, en este sentido, que el Ayuntamiento está construyendo otra área de calistenia en la plaza Xosé Toubes (Cuatro Caminos), y el pasado verano se inauguró otra junto al polideportivo municipal del Barrio de las Flores.
'Así, vamos ampliando las dotaciones deportivas de la ciudad barrio a barrio, atendiendo las necesidades específicas de cada uno', explicó.
Las mejoras en el carril bici y la ampliación del carril runner.
La renovación del sector este del Paseo Marítimo supuso una inversión de 3,1 millones de euros, cofinanciada con fondos FEDER derivados del proyecto EIDUS. Con esta partida, el Ayuntamiento puso en marcha la ampliación del carril bici entre las Ánimas y el cementerio de Santo Amaro, con unas nuevas dimensiones de 2,5 metros y también un nuevo firme.
Las zonas de circulación de vehículos y bicicletas están separadas por barreras vegetales.
También se incrementó la superficie disponible para el carril runner, que pasó a ser bidireccional, con 2 metros de ancho.
En lo que respecta al tráfico rodado, se habilitó un carril por sentido para el tránsito de vehículos.
Además, en el tramo del Paseo Marítimo donde se actuó también se crearon más áreas verdes.
Tras la intervención, la superficie ajardinada pasó a ser de un total de 7.000 metros cuadrados, en los que ya se fueron plantando, progresivamente, nuevos árboles.
Inés Rey también destacó los trabajos que se llevaron a cabo sobre los antiguos raíles del tranvía, con tramos en los que fueron soterrados y otros en los que directamente se retiró la infraestructura, en función de las dificultades que presentasen las rasantes del terreno.