El Ayuntamiento de La Coruña ha reabierto al tráfico la sección de la Rúa Betanzos, que se sitúa entre Francisco Mariño y la Plaza de Lugo, como parte de las obras de mejora que se están llevando a cabo en la zona.

Con un esfuerzo significativo de inversión aproximado a 300.000 euros, este proyecto se enmarca dentro de una serie de intervenciones urbanísticas impulsadas por la alcaldesa Inés Rey en el barrio del Ensanche.

El desarrollo en la Rúa Betanzos representa una de las iniciativas más notables en materia de urbanismo, enfocadas en mejorar la accesibilidad desde la conocida Rúa Juan Flórez.

Con la finalización de esta etapa de la obra, se han renovado completamente las aceras, que se han amplificado con el propósito de destinar más espacio al tránsito peatonal.

Esta vía conecta directamente con uno de los puntos comerciales más relevantes de la ciudad, el mercado municipal Eusebio da Guarda, ubicado en la Plaza de Lugo.

La mejora estética es otro objetivo de estos trabajos, que buscan homogeneizar la imagen de la Rúa Betanzos en consonancia con el entorno urbano cercano, como la Plaza de Lugo y la Rúa Compostela.

Este enfoque se traduce en el uso de nuevos pavimentos en las aceras, diseñados con losas de granito gris, las cuales son idénticas a las ya instaladas en las otras dos localizaciones, ofreciendo así una mayor resistencia a la erosión provocada por las inclemencias meteorológicas y el paso del tiempo.

Además, en el marco de la ampliación de los espacios peatonales, el Ayuntamiento ha tomado la iniciativa de plantar una mayor cantidad de árboles en la zona, así como de incorporar mobiliario urbano que favorezca el esparcimiento y el ocio para todos los ciudadanos.

Sin embargo, es importante indicar que la sección entre Juan Flórez y Rosalía de Castro permanece cerrada al tráfico debido a que las obras continúan en esa área.

La concejala de Infraestructuras y Movilidad, Noemí Díaz, recordó que en este tramo ya se habían realizado trabajos previos para sustituir los antiguos colectores de la red de saneamiento.

Con respecto a la nueva configuración de la calzada, ahora se presenta un único carril de circulación de 3,50 metros de ancho, destinado al paso de vehículos.

Anteriormente, contaba con dos carriles en descenso hacia la Plaza de Lugo.

Sin embargo, para optimizar la accesibilidad en esta vía, que tiene una gran afluencia peatonal debido a la influencia comercial de la plaza y el mencionado mercado, el gobierno de Inés Rey ha decidido ampliar las aceras, ganando un metro de ancho en cada lado.

Estas reformas no solo buscan mejorar la infraestructura de la ciudad, sino también la convivencia entre peatones y vehículos, promoviendo un entorno urbano más seguro y accesible para todos.

A medida que continúan estas obras, los habitantes de La Coruña podrán disfrutar de un espacio público renovado y adecuado para sus necesidades.