En La Coruña, Galicia, el Concello de La Coruña ha dado un paso más en la integración de los animales de compañía en la ciudad, al contar ahora con siete zonas de uso compartido entre la ciudadanía y los perros.

La alcaldesa, Inés Rey, presentó esta mañana las novedades, acompañada de Noemí Díaz, concejala de Medio Ambiente, y Samuel Rodríguez, usuario y activista por los derechos de los animales.

Según datos del Registro Gallego de Identificación de Animales de Compañía, La Coruña es la ciudad de la provincia con más perros censados, cerca de 32.000 en total.

Rey señaló que "el mundo evoluciona y la ciudad también, y nuestro deber como administración pública es adaptarnos a los nuevos tiempos y dar respuesta a la realidad de las familias coruñesas".

Las siete zonas de esparcimiento serán las playas de Riazor, Orzán y Matadero, la Cala de Bens, el parque de Oza, la zona de la Torre por el lateral próximo a la cárcel y los jardines de la Maestranza, además de los parques de Adolfo Suárez y Bens, donde ya se ubicaban dos de las cinco áreas caninas anteriores.

La alcaldesa destacó que el objetivo es que cada vecino de La Coruña tenga una zona de convivencia a menos de quince minutos a pie.

Estos espacios serán de libre circulación para los perros, bajo la supervisión y responsabilidad de sus dueños, de acuerdo con la normativa vigente.

Las zonas estarán delimitadas con señalización vertical, con horarios de 20.00 a 8.00 horas en invierno y de 22.00 a 8.00 horas en verano.

En Cala de Bens, los perros podrán circular libremente todo el año, al igual que en las playas de Riazor, Orzán y Matadero de octubre a mayo, fuera de la temporada estival.

La ciudad contaba ya con cinco áreas caninas repartidas en diferentes barrios, sumando aproximadamente 16.500 m2, a los que se añade la Cala de Bens desde el año 2023. Con las siete nuevas zonas, La Coruña pasará a contar con 370.000 m2 de áreas de esparcimiento para perros.

Además, se instalarán contenedores específicos para la recogida de excrementos en estas zonas.

En la historia, La Coruña ha sido reconocida por su esfuerzo en promover la convivencia entre la ciudadanía y sus mascotas, estableciendo un modelo que otras ciudades podrían seguir para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y de sus animales de compañía.