La alcaldesa Inés Rey da inicio a las obras de demolición de un antiguo esqueleto urbanístico en el barrio de Martinete, un problema que lleva más de 15 años sin resolver.

La alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, ha inaugurado recientemente las obras de derribo de una antigua estructura que había permanecido inacabada y en estado de abandono entre las calles Luis Peña Novo y Mozart.

Esta demolición forma parte de los compromisos adquiridos por la regidora con los vecinos del barrio de Martinete durante su mandato actual.

Inés Rey recordó que la problemática relacionada con este edificio se remonta a más de 15 años, cuando la crisis financiera de 2008 dejó muchas estructuras sin terminar.

"La propiedad nunca completó las obras necesarias para dar acceso a las viviendas, lo que dejó el edificio inacabado.

Con el paso del tiempo, la estructura se deterioró hasta el punto de que se volvió ilegal realizar cualquier tipo de edificación allí", explicó la alcaldesa durante el evento.

Acompañada de varias autoridades locales, como el concejal de Economía y Planificación Estratégica, José Manuel Lage, y el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, Inés Rey se dirigió a los vecinos para hablar sobre los plazos de esta intervención, que se espera dure aproximadamente cuatro meses.

La previsión es que las obras de demolición finalicen en el primer trimestre de 2025, momento en el cual se dejará el terreno libre.

La estructura en cuestión ocupa una superficie que supera los 1.100 metros cuadrados.

A lo largo de los años, este espacio se ha convertido en un foco de insalubridad y maleza, generando riesgos para la seguridad de los habitantes del área.

"Esta progresiva degradación ha sido un inconveniente significativo para la comunidad durante largo tiempo.

Tras años de abandono por parte de la propiedad, el Concello ha decidido actuar para cerrar este capítulo," subrayó Rey.

Destacó que la propiedad nunca finalizó la construcción ni asumió la responsabilidad de rehabilitar o mantener la estructura, lo que ha repercutido negativamente en la calidad de vida de los vecinos.

Como precursor a esta demolición, se ha instalado un vallado perimetral que delimita el espacio de trabajo.

La empresa encargada de llevar a cabo las obras de demolición es Hercal Diggers, y el Concello destinará casi 500,000 euros (aproximadamente 430,000 euros) a realizar estos trabajos.

En su visita al barrio, la alcaldesa también se comprometió a tener en cuenta las sugerencias de los vecinos sobre el futuro uso de los terrenos ocupados en la actualidad por esta estructura.

Entre las propuestas se ha considerado la creación de un parque, lo que claramente fortalecería la oferta de espacios verdes en la ciudad y atendería las necesidades de la comunidad local.