El Ayuntamiento de La Coruña ha establecido una normativa para regular las viviendas de uso turístico, impulsar políticas de vivienda y modernizar su ordenanza de movilidad, con una inversión significativa para potenciar el desarrollo sostenible y la calidad de vida en la ciudad.

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En la ciudad de La Coruña, ubicada en la región de Galicia, el Ayuntamiento ha dado un paso importante en la regulación de diferentes aspectos urbanos mediante la aprobación de nuevas ordenanzas y medidas que buscan responder a los retos actuales de la ciudad.

Una de las principales acciones ha sido la implementación de una normativa que regula las viviendas de uso turístico (VUT), que entrará en vigor en los próximos días tras la aprobación definitiva por parte del Pleno del Ayuntamiento.

Esta ordenanza fue diseñada para fortalecer las políticas del gobierno local, dirigido por Inés Rey, con el objetivo de hacer frente a las dificultades de acceso a la vivienda, especialmente en el régimen de alquiler, en una ciudad que, como muchas en España, ha experimentado un aumento en la demanda de alojamientos turísticos.

La regulación de las VUT responde a una tendencia general en muchas ciudades europeas, donde el auge del turismo ha generado presiones sobre el mercado de la vivienda y los precios.

Cabe recordar que La Coruña fue uno de los primeros municipios gallegos en solicitar y obtener la declaración de zona de mercado residencial tensionado.

Esta declaración permite tomar medidas adicionales para controlar el crecimiento descontrolado de los precios de la vivienda y frenar posibles burbujas inmoviliarias.

Desde la semana pasada, La Coruña se convirtió en el primer municipio de Galicia en lograr esta categorización, un reconocimiento que refuerza su compromiso de gestionar de manera responsable su mercado inmobiliario.

La intención del gobierno local es que la regulación de las viviendas turísticas ayude a mantener el equilibrio entre el turismo y la calidad de vida de los residentes, limitando el impacto de este tipo de viviendas en el mercado de alquiler tradicional y promoviendo un desarrollo urbanístico más sostenible.

Además de la regulación sobre viviendas turísticas, el Pleno aprobó un convenio para el desarrollo del proyecto del API Q28 en el parque de Oza, un área destinada a la recuperación de terrenos en desuso.

La iniciativa contempla la recuperación de solares y antiguos edificios en mal estado para crear nuevas zonas residenciales, además de ampliar las áreas verdes y espacios de ocio para los ciudadanos.

Esto responde a la demanda creciente de vivienda pública en la ciudad, en un punto estratégico de La Coruña.

Por otra parte, uno de los temas destacados fue la aprobación inicial de una tasa turística, un impuesto municipal enfocado en los viajeros que visitan la ciudad.

La tasa, que oscilaría entre 2,50 y 10 euros por noche de hospedaje, buscaría compensar los servicios públicos que se ven utilizados por los turistas, como seguridad, limpieza y mantenimiento, y contribuiría a fortalecer la economía local.

El concejal de Economía, José Manuel Lage, explicó que esta medida es necesaria ante el aumento de turistas, que en los últimos dos años casi se han duplicado, pasando de 750.000 a cerca de un millón de visitantes anuales. La tasa sería similar a las que ya aplican otras grandes ciudades europeas, y se aplicaría con exenciones para grupos específicos, como personas en hospitales por motivos de salud o deportistas en competiciones oficiales, además de menores de edad y personas con discapacidades superiores al 65%.

Otra de las iniciativa clave ha sido la aprobación de la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, que unifica y actualiza la normativa existente en materia de transporte y desplazamientos en la ciudad.

La concejala Noemí Díaz resaltó que esta ordenanza busca priorizar a los peatones y promover medios de transporte más limpios y seguros, como la bicicleta y el transporte público.

Con esta medida, La Coruña pretende adaptarse a las transformaciones urbanas y tecnológicas, promoviendo una ciudad más humanizada y favoreciendo espacios más seguros y accesibles.

La ordenanza contempla aspectos como la regulación del uso de las vías para diferentes medios de transporte, la creación de nuevas zonas peatonales y la expansión de la red de carriles bici.

Además, incluye procesos participativos, como reuniones y foros donde los vecinos y organizaciones podrán aportar ideas y sugerencias para definir el futuro del transporte urbano en la ciudad.

Finalmente, en materia de medio ambiente, se aprobó una normativa para el uso de las playas con el fin de garantizar la convivencia y el cuidado del entorno natural.

La ordenanza regula aspectos como el control del ruido mediante el uso de altavoces y la práctica de deportes en el arenal, además de mantener la prohibición de acceso con perros en los meses de verano, permitiendo excepciones para perros de asistencia y en zonas específicas.

Con estas medidas, La Coruña reafirma su compromiso con un desarrollo urbano sostenible y equilibrado, en línea con las tendencias europeas y las demandas ciudadanas.

La inversión en infraestructura, la regulación del turismo y el impulso de la movilidad sostenible son pasos clave para construir una ciudad más habitable, respetuosa con el medio ambiente y preparada para los desafíos del futuro.