Strathroy United FC ha incorporado un cortacésped automatizado, optimizando el mantenimiento del campo y reduciendo costos operativos.
En Strathroy, Ontario, el Strathroy United Football Club ha dado un paso significativo hacia la modernización al incorporar un cortacésped automatizado de alta tecnología, una compra que se realizó en conjunto con el municipio de Strathroy-Caradoc.
Este nuevo miembro del equipo, que actúa como una especie de jugador en el campo, ha demostrado su eficacia en menos de dos meses desde su primera aparición, el cual fue hace seis semanas.
Este cortacésped no es un delantero goleador ni un mediocampista que realiza jugadas espectaculares.
Por el contrario, es un robot diseñado para mantener el césped en condiciones óptimas, y ha sido desarrollado por Echo Robotics, una empresa estadounidense asociada al fabricante japonés Yamabiko.
El cortacésped, con un tamaño y forma que recuerdan a un sillón de frijol, está equipado con cinco cuchillas rotativas que le permiten navegar por todo el campo sin necesidad de intervención humana.
Funciona con electricidad, lo que no solo minimiza los costos operativos, sino que también reduce el impacto ambiental asociado con la maquinaria de corte de césped que funciona con combustible.
“Desde su llegada, hemos notado una mejora en las condiciones del campo, lo que ha beneficiado la calidad del juego y aumentado la seguridad en el área”, comentó Rob Lilbourne, director de servicios comunitarios en Strathroy-Caradoc.
Con un costo de 36,600 Euros, la inversión es notable, pero se considera justificable.
El gasto se ha compartido equitativamente entre los contribuyentes municipales y el club de fútbol, permitiendo así que se minimicen los costes de mantenimiento.
Según estimaciones, el cortacésped automatizado podría ahorrarle al club cerca de 8,300 Euros al año en costos de electricidad en comparación con un modelo de gasolina.
Además, la frecuencia con la que corta el césped es superior a la de un cortacésped convencional.
Esta máquina puede mantener la hierba a una altura de aproximadamente 3.8 centímetros, ideal para el juego, y puede realizar cortes diarios, dejando los recortes tan finos que son casi invisibles, eliminando así la necesidad de recogerlos.
Otro aspecto a destacar es su capacidad para operar bajo diversas condiciones climáticas, incluso de noche o durante la lluvia.
“Hemos notado que el césped es mucho más uniforme y que la experiencia de juego para los niños ha mejorado considerablemente,” añadió Paul Amarelo, presidente de Strathroy FC.
Los espectadores también han mostrado gran interés por la máquina, con muchos asistentes quedándose a observar su funcionamiento.
Esta fascinación no es muy diferente a la que se experimenta al ver un Zamboni, la máquina que limpia los campos de hockey.
Sin embargo, el director Lilbourne ha incluido un aspecto importante de seguridad: el cortacésped cuenta con un sistema de GPS que permite desactivarlo y volverlo inoperativo si es retirado del campo, garantizando así su protección contra robos.
El uso de tecnología en el deporte, como se observa con este cortacésped automatizado, demuestra el camino que muchos clubes están tomando.
La combinación de eficiencia, sostenibilidad y entretenimiento para los aficionados redefine la experiencia futbolística moderna.